Les tocó en suerte una época extraña.
El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos. Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras.
López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil; Ward, en las afueras de la ciudad por la que caminó Father Brown. Había estudiado castellano para leer el Quijote.
El otro profesaba el amor de Conrad, que le había sido revelado en una aula de la calle Viamonte.
Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara, en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel.
Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen.
El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender.
Los dos cuentos giran en torno a la misma temática Por eso los puse juntos...
Los Conjurados, de Borges; de 1985
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2 comentarios:
Muy bueno el cuento de Borges. La verdad es que he leído muy pocos relatos que hagan alusión a la Guerra de Malvinas. Me gusta el paralelismo que hace con "Caín y Abel", tambien es llamativo los nombres de estas dos personas John=Juan. Son hermanos pero por celos, derechos de soberanía o lo que fuere, se enemistan. "Hubieran sido amigos..." qué frase! para reflexionar acerca de la hermandad entre países...saludos!
Bienvenida por Mundodmente, Gracias por el comentario. si esta bueno lo de el paralelismo comparto esa observación.
Saludos!!
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