Palabras de Bienvenida

Bien por ti navegante que viste, gritaste: ¡¡tierra a la vista!! y llegaste.
Bienvenido viajero, a este mundo ...mundo de mente ...mundo demente, mundodmente...... Lugar de paso de hombres y mujeres, seres buscadores de rumbos, por los siglos surcando caminos, desvelado tras las sombras realidades. Despertad y oid mortales, ve la luz y renace cada día con la fuerza de la luz vestida de metal, levanta tu cabeza, armate de verdad, fe y amor. He dicho adelante!!! por la libertad!!
Bienvenidos =) Gracias por tu visita.
-Sergio-

¡¡Oye!!
"El conocimiento reside en cabezas repletas con pensamientos de otros hombres.
La Sabiduría, en mentes atentas así mismas…"


viernes, 25 de diciembre de 2009

lunes, 9 de noviembre de 2009

Frase 9

La igualdad en la riqueza debe consistir en que ningún ciudadano sea tan opulento que pueda comprar a otro ni ninguno tan pobre que se vea obligado a venderse.
-Jean-Jacques Rousseau-

sábado, 17 de octubre de 2009


El Hombre y el Perro (El Reloj)





Hoy estas de nuevo acá buscando mi amistad
sabes bien que al final moriremos igual
perro al fin lograras que te vuelva acariciar.

Triste fue el momento aquel en que te vi desaparecer
hoy estoy llorándote como el amigo mas fiel
Juntos vamos a encontrar el camino de la paz.

Tienes tu animal todo el corazón,
la bondad que no encontré en seres como yo.
Perro tu, hombre yo pero amigos de verdad

miércoles, 14 de octubre de 2009

DONANDO SANGRE

HACE MUCHOS AÑOS, CUANDO TRABAJABA COMO VOLUNTARIO EN UN HOSPITAL DE STANFORD, CONOCÍ A UNA NIÑITA LLAMADA LIZ QUIEN SUFRÍA DE UNA EXTRAÑA ENFERMEDAD. SU ÚNICA OPORTUNIDAD DE RECUPERARSE APARENTEMENTE ERA UNA TRANSFUSIÓN DE SANGRE DE SU HERMANO DE 5 AÑOS, QUIEN HABÍA SOBREVIVIDO MILAGROSAMENTE A LA MISMA ENFERMEDAD Y HABÍA DESARROLLADO LOS ANTICUERPOS NECESARIOS PARA COMBATIRLA.
EL DOCTOR EXPLICÓ LA SITUACIÓN AL HERMANO DE LA NIÑA, Y LE PREGUNTÓ SI ESTARÍA DISPUESTO A DAR SU SANGRE A SU HERMANA. YO LO VI DUDAR POR SOLO UN MOMENTO ANTES DE TOMAR UN GRAN SUSPIRO Y DECIR: "SI, LO HARÉ, SI ESO SALVA A  LIZ.”
MIENTRAS LA TRANSFUSIÓN CONTINUABA, ÉL ESTABA ACOSTADO EN UNA CAMA AL LADO DE LA DE SU HERMANA, Y SONRIENTE MIENTRAS NOSOTROS LO ASISTÍAMOS A ÉL Y A SU HERMANA, VIENDO RETORNAR EL COLOR A LAS MEJILLAS DE LA NIÑA. ENTONCES LA CARA DEL NIÑO SE PUSO PÁLIDA Y SU SONRISA DESAPARECIÓ. MIRÓ AL DOCTOR Y LE PREGUNTÓ CON VOZ TEMBLOROSA: "¿A QUÉ HORA EMPEZARÉ A MORIRME?. SIENDO SOLO UN NIÑO, NO HABÍA COMPRENDIDO AL DOCTOR; ÉL PENSABA QUE LE DARÍA TODA SU SANGRE A SU HERMANA. Y AUN ASÍ SE LA DABA.
DA TODO POR QUIEN AMES

martes, 13 de octubre de 2009

LOS OBSTÁCULOS EN NUESTRO CAMINO

HACE MUCHO TIEMPO, UN REY COLOCÓ UNA GRAN ROCA OBSTACULIZANDO UN CAMINO. ENTONCES SE ESCONDIÓ Y MIRÓ PARA VER SI ALGUIEN QUITABA LA TREMENDA ROCA.
ALGUNOS DE LOS COMERCIANTES MÁS ADINERADOS DEL REY Y CORTESANOS VINIERON Y SIMPLEMENTE LE DIERON UNA VUELTA. MUCHOS CULPARON AL REY RUIDOSAMENTE DE NO MANTENER LOS CAMINOS DESPEJADOS, PERO NINGUNO HIZO ALGO PARA SACAR LA PIEDRA GRANDE DEL  CAMINO.
ENTONCES UN CAMPESINO VINO, Y LLEVABA UNA CARGA DE VERDURAS. AL APROXIMARSE A LA ROCA, EL CAMPESINO PUSO SU CARGA EN  EL PISO Y TRATÓ DE MOVER LA ROCA A UN LADO DEL CAMINO. DESPUÉS DE EMPUJAR Y FATIGARSE MUCHO, LO LOGRÓ. MIENTRAS RECOGÍA SU CARGA DE VEGETALES, NOTÓ UNA CARTERA EN EL  SUELO, JUSTO DONDE HABÍA ESTADO LA ROCA.
LA CARTERA  CONTENÍA MUCHAS MONEDAS DE ORO Y UNA NOTA DEL MISMO REY INDICANDO QUE  EL ORO ERA PARA LA PERSONA QUE REMOVIERA LA PIEDRA DEL CAMINO. EL CAMPESINO APRENDIÓ LO QUE LOS OTROS NUNCA ENTENDIERON.

CADA OBSTÁCULO PRESENTA UNA OPORTUNIDAD PARA MEJORAR LA CONDICIÓN DE UNO

lunes, 12 de octubre de 2009

SIEMPRE RECUERDA AQUELLOS A QUIENES SIRVES

EN LOS DÍAS EN QUE UN HELADO COSTABA MUCHO MENOS, UN NIÑO DE 10 AÑOS ENTRÓ EN UN ESTABLECIMIENTO Y SE SENTÓ A UNA MESA. LA MESERA PUSO UN VASO DE AGUA EN FRENTE DE ÉL. "¿CUÁNTO CUESTA UN HELADO DE CHOCOLATE CON ALMENDRAS?" PREGUNTO EL NIÑO. "CINCUENTA CENTAVOS", RESPONDIÓ LA MESERA. EL NIÑO SACÓ SU MANO DE SU BOLSILLO Y EXAMINÓ UN NÚMERO DE MONEDAS.  "¿CUÁNTO CUESTA UN HELADO SOLO?", VOLVIÓ A PREGUNTAR.
ALGUNAS PERSONAS ESTABAN ESPERANDO POR UNA MESA Y LA MESERA YA ESTABA UN POCO IMPACIENTE. "TREINTA Y CINCO CENTAVOS", DIJO ELLA BRUSCAMENTE. EL NIÑO VOLVIÓ A CONTAR LAS MONEDAS. "QUIERO EL HELADO SOLO", DIJO EL NIÑO. LA MESERA LE TRAJO EL HELADO, Y PUSO LA CUENTA EN LA MESA Y SE FUE.
EL NIÑO TERMINÓ EL HELADO, PAGÓ EN LA CAJA Y SE FUE. CUANDO LA MESERA VOLVIÓ, ELLA EMPEZÓ A LIMPIAR LA MESA Y ENTONCES LE COSTÓ TRAGAR SALIVA CON LO QUE VIO. ALLÍ, PUESTO ORDENADAMENTE JUNTO AL PLATO VACÍO, HABÍA VEINTICINCO CENTAVOS... SU PROPINA.

JAMÁS JUZGUES A ALGUIEN ANTES DE TIEMPO

domingo, 11 de octubre de 2009

AUXILIO EN LA LLUVIA

UNA NOCHE, A LAS 11:30 P.M., UNA MUJER AFROAMERICANA, DE EDAD AVANZADA ESTABA PARADA EN EL ACOTAMIENTO DE UNA AUTOPISTA DE ALABAMA, TRATANDO DE SOPORTAR UNA FUERTE TORMENTA. SU COCHE SE HABÍA DESCOMPUESTO Y ELLA NECESITABA DESESPERADAMENTE QUE LA LLEVARAN. TODA MOJADA, ELLA DECIDIÓ DETENER EL PRÓXIMO COCHE.
UN JOVEN BLANCO SE DETUVO A AYUDARLA, A PESAR DE TODOS LOS CONFLICTOS QUE HABÍAN OCURRIDO DURANTE LOS 60. EL JOVEN LA LLEVÓ A UN LUGAR SEGURO, LA AYUDÓ A OBTENER ASISTENCIA Y LA PUSO EN UN TAXI. ELLA PARECÍA ESTAR BASTANTE APURADA. ELLA ANOTÓ LA DIRECCIÓN DEL JOVEN, LE AGRADECIÓ Y SE FUE.
SIETE DÍAS PASARON, CUANDO TOCARON LA PUERTA DE SU CASA. PARA SU SORPRESA, UN TELEVISOR PANTALLA GIGANTE A COLOR LE FUE ENTREGADO POR CORREO A SU CASA. TENIA UNA NOTA ESPECIAL ADJUNTA AL PAQUETE. ESTA DECÍA: "MUCHÍSIMAS GRACIAS POR AYUDARME EN LA AUTOPISTA LA OTRA NOCHE. LA LLUVIA ANEGÓ NO SÓLO MI ROPA SINO MI ESPÍRITU.
ENTONCES APARECIÓ USTED. GRACIAS A USTED, PUDE LLEGAR AL LADO DE LA CAMA DE MI MARIDO AGONIZANTE, JUSTO ANTES DE QUE MURIERA. DIOS LO BENDIGA POR AYUDARME Y POR SERVIR A OTROS DESINTERESADAMENTE.
SINCERAMENTE: LA SEÑORA DE NAT KING COLE."
NO ESPERES NADA A CAMBIO Y LO RECIBIRÁS

sábado, 10 de octubre de 2009

LA PREGUNTA MÁS IMPORTANTE

DURANTE MI SEGUNDO SEMESTRE EN LA ESCUELA DE ENFERMERÍA, NUESTRO PROFESOR NOS DIO UN EXAMEN SORPRESA. YO ERA UN ESTUDIANTE CONSCIENTE Y LEÍ RÁPIDAMENTE TODAS LAS PREGUNTAS, HASTA QUE LEÍ LA ULTIMA: "¿CUÁL ES EL NOMBRE DE LA MUJER QUE LIMPIA LA ESCUELA?”
SEGURAMENTE ESTO ERA ALGÚN TIPO DE BROMA. YO HABÍA VISTO MUCHAS VECES A LA MUJER QUE LIMPIABA LA ESCUELA.
ELLA ERA ALTA, CABELLO OSCURO, COMO DE CINCUENTA AÑOS, PERO, ¿CÓMO IBA YO A SABER SU NOMBRE?
ENTREGUÉ MI EXAMEN, DEJANDO LA ÚLTIMA PREGUNTA EN BLANCO.
ANTES DE QUE TERMINARA LA CLASE, ALGUIEN LE PREGUNTÓ AL PROFESOR SI LA ÚLTIMA PREGUNTA CONTARÍA PARA LA NOTA DEL EXAMEN. "ABSOLUTAMENTE", DIJO EL PROFESOR. "EN SUS CARRERAS USTEDES CONOCERÁN MUCHAS PERSONAS. TODAS SON IMPORTANTES. ELLOS MERECEN SU ATENCIÓN Y CUIDADO, AUNQUE SOLO LES SONRÍAN DIGAN: '¡HOLA!'"
NUNCA OLVIDÉ ESA LECCIÓN. TAMBIÉN APRENDÍ QUE SU NOMBRE ERA DOROTHY.
TODOS SOMOS IMPORTANTES

jueves, 8 de octubre de 2009

Por una simple cobardía

El dolor se paga con dolor, la violencia con más violencia

¿Y el horror? ¿La desolación? ¿La resignación del alma?

Hay seres que han sufrido mucho, que alguien mas los marco

Y esa marca que no tiene huella dejo un sin fin de miedos que aturden y confunden.

Hay seres que al dolor le dan dolor y penan su amor traicionado por los rincones, pobres almas que vagan anhelando felicidad.

Felicidad que cruza; se para en frente; y se va.

Y ellos nunca la vieron.

Hay seres que ante la duda prefieren no arriesgar y quedarse con lo que podría haber sido y no fue.

De a poco esos corazones se van llenando de escarcha, y con suerte si pueden latir

Y pagan amor con dolor, dolor con venganza, venganza con resentimiento, y finalmente resentimiento con traición.

Y ya no hay ser que les cause debilidad o ternura, de a poco se mueren en vida.

Pero nadie más los va a volver a dañar.

Hay seres que prefieren ser unos infelices toda su vida por miedo al amor.

Amor que nunca conocieron y nunca conocerán por simple cobardía.

Hay seres que le dan dolor al dolor y nada más que por una simple cobardía.

sábado, 3 de octubre de 2009

La fragilidad de los vínculos

La progresiva destrucción de los lazos de solidaridad que se impone en la sociedad actual, borra la ilusión de un proyecto común y sume al individuo en un proceso de gran atomización. El excesivo narcisismo lleva a la exacerbada búsqueda de satisfacciones personales Cuando todo el amor recae en nosotros, poco amor queda para ofrecer a los demás.

El neoliberalismo que destruye los lazos de solidaridad, que borra la ilusión de un proyecto común para la sociedad, que desampara a los sujetos, que establece la ley del "sálvese quien pueda"; predispone a las personas a un abandono de las prácticas sociales compartidas y al encierro en un individualismo extremo. La persona retrotrae el interés hacia sí en un proceso de individuación, personalización y atomización. La libido sustraída del entorno socioinstitucional, pasa a revestir un espacio reducido a poco más que el sujeto.

Cuando todo el amor recae en nosotros, poco amor queda para ofrecer a los demás. Todos tenemos en nuestro interior una corriente amorosa que nos permite amar a nuestros semejantes o emplearla, casi con exclusividad, en nosotros mismos, como en el mito de Narciso que nos habla de un amor que se basta y se gasta en el sujeto, sin trascender a los demás.

Cuando este amor por uno mismo es exagerado, hablamos de un trastorno narcisista de la personalidad. Freud decía que este narcisismo parecía acompañar a las mujeres bellas, que no aman pero esperan ser amadas. Como vemos el narcisismo se nos presenta como un obstáculo para amar a los otros.

Otra consecuencia de este excesivo narcisismo la constituye la exacerbación de la búsqueda de satisfacciones personales y una preocupación desmedida por la salud corporal, por conservar la juventud y lograr la belleza. Mantenerse joven y sano, sentir el cuerpo, estar conforme con él, escucharlo en sus manifestaciones y gozarlo, es otra característica posmoderna de una vuelta del interés del sujeto hacia sí mismo; retirada su libido del mundo que lo rodea, ésta retorna al individuo en provecho de su narcisismo.

Este interés, centrado en la persona, despojado del sentido comunitario, es portador de cambios en la estructura de pareja. El sujeto vuelca todo el interés sobre sí; la relación se sostiene a partir de la satisfacción de sus deseos. Es un triunfo del narcisismo a costa del vínculo. "Quiero sentirme bien", "realizarme", "ser yo mismo", "no depender del otro", "tener libertad", "disponer de mi tiempo", "trabajar para mí", "huir de la rutina", "hacer lo que me place", son algunas de las tantas frases en las cuales los individuos expresan sus anhelos.

Es así que si el otro de la pareja no satisface mis deseos, se terminó el amor y a otra historia, pues "quiero que me hagan feliz", "estoy cansado de dar", "no quiero que me traigan problemas". El objetivo es totalmente hedonista. El sujeto de la posmodernidad quiere ser feliz y acceder al placer sin tener el trabajo de pensar en el otro, no busca ni valora a las personas por su bondad intrínseca sino más bien por el placer o displacer que éstas le despiertan: él o ella "me hace feliz", "me agrada su compañía", "la paso bien", "tenemos buen sexo" o "me divierte".

En los tiempos posmodernos aumentan los divorcios, las uniones no legalizadas y los nacimientos fuera del matrimonio sin que ello sea causa de escarnio social. La consideración hacia la familia ha dejado de lado sus antiguas prescripciones obligatorias para dar paso a la realización afectiva del sujeto y a sus derechos de tomar decisiones con libertad, tales como: derecho a la separación en el matrimonio, derecho al concubinato, a la contraconcepción, a la maternidad fuera del matrimonio, o sea, que no existe un derecho contrario a los deseos individuales mientras éstos no perjudiquen a terceros

Si la modernidad instituye el casamiento por amor, "hasta que la muerte nos separe", la posmodernidad estimula su disolución cuando el amor se termina. La experiencia de parejas que fracasan prematuramente ha llevado a otras a extremar las precauciones. Antes de emprender una asociación más comprometida, establecen una nueva forma de relación, los matrimonios "a prueba".

Estas nuevas formas de convivencia marcadas por el triunfo del narcisismo, merecerán el juicio negativo de los espíritus conservadores que verán en ellas la disolución de una institución sagrada como la familia y para otros constituirá un progreso que liberará a los sujetos de antiguas esclavitudes. Sea cual sea el juicio de nuestros contemporáneos, la historia sigue su curso.

Domingo Caratozzolo

miércoles, 30 de septiembre de 2009

El valor de tu silencio y de tus palabras.

HABLAR;

Oportunamente, es acierto.
Frente al enemigo, es civismo.
Ante una injusticia, es valentía.
Para rectificar, es un deber.
Para defender, es compasión.
Ante un dolor, es consolar.
Para ayudar a otros, es caridad.
Con sinceridad, es rectitud.
De sí mismo, es vanidad.
Restituyendo fama, es honradez.
Aclarando chismes, es estupidez.
Disipando falsedades, es de conciencia.
De defectos, es lastimar.
Debiendo callar, es necedad.
Por hablar, es tontería.
De Dios, significa mucho amor.

CALLAR;

Cuando acusan, es heroísmo.
Cuando insultan, es amor.
Las propias penas, es sacrificio.
De sí mismo, es humildad.
Miserias humanas, es caridad.
A tiempo, es prudencia.
En el dolor, es penitencia.
Palabras inútiles, es virtud.
Cuando hieren, es santidad.
Para defender, es nobleza.
Defectos ajenos, es benevolencia.
Debiendo hablar, es cobardía.

Para poder HABLAR, debemos aprender a CALLAR, pero siempre con acierto y tino, porque si HABLAR es plata, CALLAR es oro.



CUANDO CALLAS;

También hablas de ti mismo.
Un secreto, conozco tu fidelidad de amigo.
Tu propio dolor, conozco tu fortaleza.
Ante el dolor ajeno, conozco tu impotencia y tu respeto.
Ante la injusticia, conozco tu miedo y tu complicidad.
Ante lo imposible, conozco tu madurez y dominio.
Ante la estupidez ajena, conozco tu sabiduría.
Ante los fuertes y poderosos, conozco tu temor y cobardía.
Ante lo que ignoras, conozco tu prudencia.
Tus propios méritos, conozco tu humildad y grandeza.

El Silencio es el tiempo donde el sabio medita, la cárcel de la que huye el necio, y el refugio donde se esconden los cobardes. Siembra para ser tú mismo.

Lo que tú haces, habla tan fuerte que no deja escuchar lo que tú dices. Pregona con el ejemplo.

Recuerda que tu vida personal, no es una vida privada. Son muchos los ojos que te miran.
"Que tus palabras sean más valiosas que el silencio que rompen".


Autor Desconocido

sábado, 5 de septiembre de 2009

Diario de una canción

“Esta mañana arrojé el diario contra la pared. No estoy segura de por qué lo hice. Antes pensaba que los periódicos se centraban en las tragedias, pero ahora sé que lo único que les atrae es la violencia, que la muerte sin ella no interesa, por más que sea colectiva y te deje sola, que es la tragedia más grande que hay”. Así comenzaba el diario personal de Eriel, el que durante una década estuvo a la venta en una feria callejera de objetos usados, el que nadie compró al ojear sus primeras páginas y el que hace dos semanas fue adquirido por el Reina Sofía al conocer el contenido de todas las demás.

Cabe puntualizar que las notas no eran registradas con fechas, pero dicho documento adquiere la categoría de diario, y no de libro de apuntes, porque Eriel, cada vez que escribía, señalaba si era un lunes, jueves o sábado; envolviendo una historia lineal en una secuencia circular de días de la semana. Sin embargo, por los datos registrados y las averiguaciones realizadas por la actual institución propietaria, se estima que las vivencias descritas transcurrieron entre 1974 y 1979.

Un viernes en el que Eriel cayó en una de sus recurrentes depresiones, fue socorrida por un débil recuerdo extraído de su infancia, cuando sus padres le aplacaban sus ganas de ser mayor, cantándole:
“Si de verdad quieres crecer y no envejecer
nunca vayas deprisa ni tampoco lento
el secreto es ir a la inversa del tiempo
pero nunca deprisa ni tampoco lento
sólo hay que ir a la velocidad del tiempo
para así comenzar a crecer y no envejecer

El que acelera el paso descubre la nostalgia
el que se queda en el momento se queda
mas el que decide crecer conservando al niño
avanza hacia atrás recuperando su inicio
y los recuerdos que traspasan el ombligo (bis)…”.


Cuando era niña no le prestaba mucha atención a la letra, sólo se dejaba llevar por la melodía que la hacía sentir arropada por un hogar. Recordaba algo más que la voz cálida de sus padres, recordaba cada uno de los instrumentos que armonizaban la letra; y, envuelta en esas sensaciones, comenzó a sentirse bien, verdaderamente bien. Era como si el recuerdo pasara a ser un presente que la introducía en un espacio donde la tristeza y la rabia estaban prohibidas. No obstante, el hambre y luego el sueño la sacaron de su burbuja, pero la sonrisa se quedó en su rostro.

A la mañana siguiente, Eriel se despertó con la firme idea de conseguir esa canción –cruzada que marcó el interés del museo por el diario–. Recorrió todas las discográficas de su ciudad sin éxito, y tampoco lo tuvo al preguntarle a sus amigos y conocidos. A raíz de eso, dejó su trabajo, cogió una mochila y recorrió todos los países hispanohablantes durante unos cuatro años.

Debido al desconocimiento de los entendidos, y no entendidos, decidió preguntarle a cualquier desconocido si le sonaba esa canción (Eriel estaba segura de que no era una canción inventada por sus padres, porque recordaba con claridad la música, y ellos no sabían tocar ningún instrumento ni mucho menos componer). Así que Eriel ingenió muchas formas para llegar a la gente y otras tantas para conseguir financiación, que fueron narradas hasta la penúltima página del diario. Coordinó una serie de obras con el Teatro de los Andes para adentrarse en decenas de comunidades recónditas, convenció a Alberto Spinetta y a Mercedes Sosa para realizar actuaciones en varias ciudades y pueblos de Argentina… y montó un centenar de acciones con actores callejeros y músicos de 18 países. Pero ninguna persona le dio lo que buscaba.

Al terminar su diario, en el lunes final, Eriel escribió: “Convencida de que yo era quien le había puesto instrumentos a esa canción familiar, decidí irme a cualquier parte. Estiré la mano y un autobús amarillo se detuvo. Había un asiento vacío junto a la ventana, al lado de un niño que llevaba un mandil con el nombre Gonzalo bordado en el pecho. El bus comenzó a moverse mientras yo no podía retener las lágrimas de impotencia, de fracaso. Traté de animarme para no llamar la atención y por manía comencé a tararear la melodía de mi canción. Y ese niño, Gonzalo, comenzó a cantar, y le siguió un joven canoso, y después un hombre muy arrugado que estaba delante, y siguieron todos los demás, hasta el chofer. Era hermoso escucharlos…
El que acelera el paso descubre la nostalgia
el que se queda en el momento se queda
mas el que decide crecer conservando al niño
avanza hacia atrás recuperando su inicio
y los recuerdos que traspasan el ombligo

Si de verdad quieres crecer y no envejecer
recuerda que el juego es el principio de todo
y recuerda que ser parte es el único modo
pero es necesario que recuerdes ante todo
que sin arrugas nunca encontrarás el modo
de retomar las huellas para no envejecer…

Y mientras los escuchaba, me di cuenta de que el bus avanzaba marcha atrás”.

Autor: Rafael R. Valcárcel

domingo, 30 de agosto de 2009

Destruccion del futuro (Quino)

jueves, 20 de agosto de 2009

Tirando Piedras al Rio (Miguel Abuelo)



Porque somos instantes en el mundo.
Porque somos amantes en el cielo.
Porque a la distancia nena estas tan aquí.
Porque amarte, amarte es eternidad.
Porque todas las cosas traen alguna música.

En la era de acuario, Tirando piedras al río.
Con una flor en la boca. Con una flor en la boca.
En el jardín con amigos.

Momento en que lo realizado
me eleva y me junta en las alturas.
Sagrado, sagrado, sagrado.
Sagrada, sagrado, sagrado, sagrado...
Cuando donde soy conciente de mi debilidad.
Sagrado, sagrado, sagrado, sagrado.
Oh pibe, Oh pibe, Oh pibe, pibe, pibe, pibe...
Sagrada, sagrado, sagrado, sagrado...
Sagrado, sagrado, sagrado, sagrado.


No todas son rosas en el campo del rey.
No todas las rosas del campo, son del rey.
No todos los reyes, saben mucho sobre rosas.
No todas las rosas quieren saber de algún rey.

lunes, 17 de agosto de 2009

El sabio y el Rey

Un día en un lugar lejano, un Rey soñó que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó llamar con urgencia a un Sabio para que interpretase su sueño.

- ¡Qué desgracia mi señor! - exclamó el Sabio - Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de vuestra majestad. - ¡Qué insolencia! - gritó el Rey enfurecido - ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí! Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.

Más tarde ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que había soñado. Este, después de escuchar al Rey con atención, le dijo: -¡Excelso señor! Gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que sobrevivirás a todos vuestros parientes.

Al instante, el semblante del Rey se iluminó con una gran sonrisa y de inmediato ordenó que le dieran cien monedas de oro. Cuando éste salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:

- ¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el primer Sabio. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro. Recuerda bien amigo mío - respondió el segundo Sabio - que todo depende de la forma de decir... uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse-

De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. Que la verdad debe ser dicha en cualquier situación, de esto no cabe duda, más la forma con que debe ser comunicada es lo que provoca en algunos casos, grandes problemas

La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura, ciertamente será aceptada con agrado -. Al terminar de decir esto, el Sabio se retiro del lugar.

Mejoremos cada día, una forma de iniciar es con nuestra forma de expresarnos y comunicarnos. Seamos siempre felices y facilitemos la vida a los demás.

domingo, 16 de agosto de 2009

Dos Lobos

Un viejo cacique de una Tribu estaba teniendo una Charla con sus nietos acerca de la vida.

El les dijo:

- Una gran pelea esta ocurriendo dentro de mi… es entre dos lobos.

Uno de los lobos es la maldad, el temor, la ira, la envidia, el dolor, la arrogancia, la avaricia, la culpa, el resentimiento, la inferioridad y la superioridad.

El otro, es la bondad, la alegría, la paz, el amor, la esperanza, la serenidad, la humildad, la dulzura, la generosidad y la benevolencia, la amistad, la empatía, la verdad, la compresión y la fe.

Esta misma pelea esta ocurriendo dentro de ustedes, y dentro de todos los seres de la Tierra.

Los niños pensaron por unos instantes y uno de ellos pregunto a su abuelo:

- ¿Y cual de los lobos crees que ganara?

El viejo cacique respondió simplemente...

...“El que alimentes”

lunes, 27 de julio de 2009

Serrat - La vida.

A los 9, años aprendí que mi profesora sólo me preguntaba cuando yo no sabía la respuesta.
A los 10, aprendí que era posible estar enamorado de cuatro chicas al mismo tiempo.
A los 12, aprendí que, si tenía problemas en la escuela, los tenia mas grandes en casa.
A los 13, aprendí que cuando mi cuarto quedaba del modo que yo quería, mi madre me mandaba a ordenarlo.
A los 15, aprendí que no debía descargar mis frustraciones en mi hermano menor, porque mi padre tenía frustraciones mayores y la mano más pesada
A los 20, aprendí que los grandes problemas siempre empiezan pequeños.
A los 25, aprendí que nunca debía elogiar la comida de mi madre cuando estaba comiendo algo preparado por mi mujer.
A los 27, aprendí que el título obtenido no era la meta soñada.
A los 28, aprendí que se puede hacer, en un instante, algo que te puede doler la vida entera.
A los 30, aprendí que cuando mi mujer y yo teníamos una noche sin chicos, pasábamos la mayor parte del tiempo hablando de ellos.
A los 33, aprendí que a las mujeres les gusta recibir flores, especialmente sin ningún motivo.
A los 34, aprendí que no se cometen muchos errores con la boca cerrada.
A los 38, aprendí que, siempre que estoy viajando, quisiera estar en casa; y siempre que estoy en casa me gustaría estar viajando.
A los 39, aprendí que puedes saber que tu esposa te ama cuando quedan dos galletas y elige la menor.
A los 42, aprendí que si estás llevando una vida sin fracasos, no estás corriendo los suficientes riesgos.
A los 44, aprendí que puedes hacer a alguien disfrutar el día con solo enviarle una pequeña postal.
A los 47, aprendí que niños y abuelos son aliados naturales.
A los 55, aprendí que es absolutamente imposible tomar vacaciones sin engordar cinco kilos.
A los 63, aprendí que es razonable disfrutar del éxito, pero que no se debe confiar demasiado en él. Y que no puedo cambiar lo que pasó, pero puedo dejarlo atrás.
A los 64, aprendí que la mayoría de las cosas por las cuales me he preocupado nunca suceden.
A los 67, aprendí que si esperas a jubilarte para disfrutar de la vida, esperaste demasiado tiempo.
A los 71, aprendí que nunca se debe ir a la cama sin resolver una pelea.
A los 72, aprendí que, si las cosas van mal, yo no tengo por qué ir con ellas.
A los 76, aprendí que envejecer es importante.
A los 91, aprendí que amé menos de lo que hubiera debido.
A los 92, aprendí que todavía tengo mucho para aprender.

Siempre estamos aprendiendo
algo nuevo, algo lindo,
algo digno, como por ejemplo
que la paz no se logra
si realmente no se está dispuesto
a perdonar por ella,
entender cual es la verdadera
importancia de la familia,
de la gente simple, de la vida misma.
Que si bien todos tenemos distintas
cualidades, capacidades y habilidades,
sepamos valorar las que tenemos
y podamos ofrecerlas a los demás,
y disfrutar con las que otros nos pueden brindar.

Saber aceptar nuestras limitaciones
y no olvidarnos de nuestras metas,
aunque muchas veces parezcan muy
lejanas y difíciles.

Encaminarse hacia ellas es el primer paso
hacia algo que ni siquiera podemos imaginar.

REALMENTE NO TIENE MUCHA IMPORTANCIA HASTA QUÉ EDAD VIVIMOS.
LO IMPORTANTE ES SENTIR QUE NO LO HEMOS HECHO EN VANO.

jueves, 23 de julio de 2009

EL PODER DE LOS SÍMBOLOS

Cuenta una vieja leyenda que cierta ciudad situada entre las montañas de los Pirineos era un verdadero reducto de traficantes, contrabandistas y exiliados.
El peor de estos criminales, un árabe llamado Ahab tras ser convertido por Savín, un monje del lugar, decidió que aquella situación no podía prolongarse por más tiempo.

Como todos lo temían pero no quería volver a usar su reputación de malvado para lograr sus objetivos en ningún momento intentó convencer a nadie.
Y esto porque conocía la naturaleza de los hombres: confundirían honestidad con debilidad y enseguida su poder sería puesto en entredicho.

Lo que hizo fue llamar a algunos carpinteros de una aldea vecina, darles un papel con un dibujo y mandarles a que contruyesen algo.
Día y noche, durante diez días, los habitantes de la ciudad escucharon ruido de martillos vieron a hombres serrando piezas de madera preparando encajes, colocando tornillos.

Al cabo de diez días el gigantesco rompecabezas estaba montado en medio de la plaza cubierto con un velo.
Ahab llamó a todos los habitantes para que presenciasen la inauguración del monumento.

Solemnemente sin ningún tipo de discurso descorrió el velo.

Era una horca.

Con cuerda, trampillay todo.
Nuevecita, cubierta con cera de abejas para que pudiese resistir durante mucho tiempo a la intemperie.
Aprovechando que allí habia una multitud aglomerada Ahab leyó una serie de leyes que protegían a los agricultores, incentivaban la cría de ganado, premiaban a quien trajera nuevos negocios a la región, añadiendo que desde ese momento en adelante todos deberían conseguir un trabajo honrado o marcharse de la ciudad.
No mencionó ni una sola vez el 'monumento' que acababa de inaugurar.
Ahab era un hombre que no creía en las amenazas.

Al final del encuentro se formaron varios grupos.
A la mayoría le parecía que Ahab había sido engañado por el santo el cual ya no tenía la misma valentía de antaño y que era preciso matarlo.
Durante los días siguientes se trazaron muchos planes con ese objetivo.
Pero todos se veían obligados a contemplar esa horca en mitad de la plaza y se preguntaban:
"¿Para qué la puso allí?
Acaso la montaron para ejecutar a los que no obedezcan las nuevas leyes?
¿Quién está del lado de Ahab y quién no lo está?
¿Hay espías infiltrados entre nosotros?"

La horca miraba a los hombres y los hombres miraban la horca.
Poco a poco el coraje inicial de los rebeldes fue dando lugar al miedo.
Todos conocían la fama de Ahab, sabían que era implacable en sus decisiones.

Algunas personas abandonaron la ciudad otras se decidieron a probar los trabajos sugeridos simplemente porque no tenían a dónde ir o como consecuencia de la sombra de aquel instrumento de muerte en el centro de la plaza. Algún tiempo después el lugar estaba en pazse convirtió en un importante foco de comercio en la frontera comenzó a exportar la mejor lana y a producir trigo de primera calidad.

La horca permaneció allí durante diez años.
La madera resistía bien pero periódicamente se cambiaba la cuerda por otra nueva. Nunca llegó a usarse.
Nunca Ahab pronunció ni una sola palabra sobre ella.

Bastó su imagen para convertir el valor en miedo, la confianza en sospecha, las bravuconadas en susurros de conformidad.
Transcurridos los diez años cuando la ley finalmente imperaba en Viscos Ahab mandó destruirla y construir en su lugar una cruz.

Paulo Coelho

miércoles, 22 de julio de 2009

LA OPORTUNIDAD

La oportunidad es la ocasión de hacer algo,
pero hay que saber el justo momento
para aprovecharla.

La oportunidad no se presenta en la rutina diaria,
ni a quienes ven la vida de color gris,
es como una franca sonrisa en un
rostro desconocido.

La oportunidad tampoco se presenta
a quienes la buscan afanosamente.
Y es que la oportunidad puede ser espectacular,
así como discreta y disimulada.

Por eso, la oportunidad radica más bien,
en una cuestión de enfoque.
Es como si de pronto se te ocurriera
limpiar los cristales
a través de los cuales ves tu vida,
y resulta que el polvo acumulado en ellos,
no te permitía ver clara y brillantemente.

Tu vida en sí, es una gran oportunidad.

Quien diga que la vida siempre está
saturada de escollos
y no cambia esa manera de verla,
no se permite ver
que también esta llena de oportunidades.

Hay algunas personas que sólo alcanzaron
a ver una, en toda su vida,
y lograron metas jamás imaginadas.

!Se imaginan si hubieran podido ver,
las noventa y nueve anteriores que ignoraron!

Eres joven, aprende a verlas y aprovecharlas.

Eres maduro, muévete, no pierdas el tiempo.

Eres anciano, limpia esos lentes,
aún hay muchas por disfrutar.

La oportunidad es una bendición dirigida a ti
por quien te ama, la vida.

martes, 14 de julio de 2009

Imagina

Imagina que existe un banco que te deposita cada mañana $86.400.00 M.N., pero no te permite que dejes un saldo, un remanente de ese dinero, de un día para otro.
Cada tarde, el banco retira todo lo que no pudiste gastar durante ese día. ¿Qué harías?

Por supuesto, gastarías hasta el último centavo. Cada uno de nosotros tiene ese banco. Se llama TIEMPO.
Cada mañana te acredita 86,400 segundos, y cada noche se pierde el saldo de tiempo que no empleaste, o invertiste para un buen fin.
No se abona a un balance. Tampoco te puedes sobregirar.
Cada día se abre una nueva cuenta para ti. Cada noche se quema el remanente del día. Si decides no utilizar los depósitos del día, la pérdida es tuya. No hay marcha atrás y no hay retiros para el día siguiente.
Debes vivir con los depósitos del día. Inviértelos al máximo en salud, felicidad y éxito.
El reloj sigue su marcha.....Sácale provecho al hoy. Al presente.

*Si quieres saber el valor de un año, pregúntenselo al estudiante que reprobó.
*Si quieres darte cuenta del valor de un mes, platica con una mamá que dio a luz un bebé prematuro.
*Si quieres valorar una semana, coméntalo con el editor de revista semanal.
*Si quieres saber el valor de una hora, preguntale a los enamorados que esperan encontrarse.
*Si quieres valorar un minuto, platica con alguien que perdió el avión.
*Si quieres darte cuenta del valor de un segundo, coméntalo con la persona que acaba de evitar un accidente.
*Y si quieres saber el valor de una milésima de segundo, pregúntale al ganador de la medalla de plata en los Juegos Olímpicos. ;)

El tiempo no espera para ninguno. Atesora cada momento que tengas.

Origen:un mail.

viernes, 10 de julio de 2009

El miedo

IBA LA PESTE camino a Bagdad cuando se encontró con Nasrudín.
Él le preguntó -"¿A dónde vas?"
La peste le contestó: -"A Bagdad, a matar a diez mil personas".

Después de un tiempo, la peste volvió a encontrarse con Nasrudín, muy enojado, le dijo:
-"ME MENTISTE. Dijiste que matarías a diez mil personas y mataste a cien mil".
Y la peste respondió: "Yo no mentí, maté diez mil, el resto ... se murió de miedo".

miércoles, 8 de julio de 2009

L'Amour

martes, 7 de julio de 2009

lunes, 6 de julio de 2009

Guuauu!! xD

sábado, 4 de julio de 2009

El valor de hacer

En algún lugar en oriente, había una montaña muy alta y con su sombra tapaba la
aldea. Y por ello los niños crecían raquíticos. Y una vez un viejo, el mas viejo de
todos, se va con una de esas cucharitas chinas de porcelana y sale de la aldea.

Y le dicen los otros:
-¿Adonde vas viejito?
-Voy a la montaña.
-¿Y a que vas?
-Voy a mover la montaña.
-¿Y con que la vas a mover?
-Con esta cucharita.
-Jajajaja, Nunca podrás.
-Si, nunca podre, pero alguien tiene que comenzar.


A. Jodorowsky.

jueves, 2 de julio de 2009

1000 ESPEJOS

Se dice que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada. Cierto día, un perrito buscando refugio del sol, logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa. El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera. Al terminar de subir las escaleras, se topó con una puerta semi-abierta; lentamente se adentró en el cuarto. Para su sorpresa, se dio cuenta que dentro de ese cuarto habían 1.000 perritos más, observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos. El perrito comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco apoco.. Los 1.000 perritos hicieron lo mismo. Posteriormente, sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos. El perrito se quedó sorprendido al ver que los 1.000 perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él. Cuando el perrito salió del cuarto se quedó pensando para si mismo: "Qué lugar tan agradable... Voy a venir más seguido a visitarlo!
Tiempo después, otro perrito callejero entró al mismo sitio y se encontró entrando al mismo cuarto. Pero a diferencia del primero, éste perrito al ver a los otros 1.000 perritos del cuarto se sintió amenazado ya que lo estaban viendo de una manera agresiva. Posteriormente, empezó a gruñir; obviamente, vio como los 1.000 perritos le gruñían a él. Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros 1.000 perritos le ladraron también. Cuando este perrito salió del cuarto pensó: "Qué lugar tan horrible es éste... Nunca más volveré a entrar allí! En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía:

"La casa de los 1.000 espejos.
Todos los rostros del mundo son espejos"

Decide cual rostro llevarás por dentro y ese será el que mostrarás. El reflejo de tus gestos y acciones es lo que proyectas ante los demás.

Origen:un mail

sábado, 27 de junio de 2009

SI ESTO ES LA VIDA, YO SOY CAPERUCITA ROJA - Luisa Valenzuela



Le dije toma nena, llévale esta canastita llena de cosas buenas a tu abuelita. Abrígate que hace frío, le dije. No le dije ponte la capita colorada que te tejió la abuelita porque esto último no era demasiado exacto. Pero estaba implícito. Esa abuela no teje todavía. Aunque capita colorada hay, la nena la ha estrenado ya y estoy segura de que se la va a poner porque le dije que afuera hacía frío, y eso es cierto. Siempre hace frío, afuera, aun en los más tórridos días de verano; la nena lo sabe y últimamente cuando sale se pone su caperucita.
Hace poco que usa su capita con capucha adosada, se la ve bien de colorado, cada tanto, y de todos modos le guste o no le guste se la pone, sabe donde empieza la realidad y terminan los caprichos. Lo sabe aunque no quiera: aunque diga que le duele la barriga. De lo otro la previne, también. Siempre estoy previniendo y no me escucha.
No la escucho, o apenas. Igual hube de ponerme la llamada caperucita sin pensarlo dos veces y emprendí el camino hacia el bosque. El camino que atravesará el bosque, el largo larguísimo camino -así lo espero- que más allá del hosque me llevará a la cabaña de mi abuela.Llegar hasta el bosque propiamente dicho me tomó tiempo. Al principio me trepaba a cuanto árbol con posiblidades se me cruzaba en el camino. Eso me dio una cierta visión de conjunto pero muy poca oportunidad de avance.
Fue mamá quien mencionó la palabra lobo.Yo la conozco pero no la digo. Yo trato de cuidarme porque estoy alcanzando una zona del bosque con árboles muy grandes y muy enhiestos. Por ahora los miro de reojo con la cabeza gacha. No, nena, dice mamá. A mamá la escucho pero no la oigo. Quiero decir, a mamá la oigo pero no la escucho. De lejos como en sordina.
No nena. Eso le digo. Con tan magros resultados.
No. El lobo. Lo oigo, lo digo: no sirve de mucho. O sí: evito algunas sendas muy abruptas o giros en el camino del bosque que pueden precipitarme a los abismos. Los abismos -me temo- me van a gustar. Me gustan. No nena. Pero si a vos también te gustan, mamá. Me gustan.
El miedo. Compartimos el miedo. Y quizá nos guste.
Cuidado nena con el lobo feroz (es la madre que habla). Es la madre que habla. La nena también habla y las voces se superponen y se anulan.
Cuidado. ¿Con qué? ¿De quién?
Cerca o lejos de esa voz de madre que a veces oigo como si estuviera en mí, voy por el camino recogiendo alguna frutilla silvestre. La frutilla puede tener un gusto un poco amargo detrás de la dulzura. No la meto en la canasta, la lamo, me la como. Alguna semillita diminuta se me queda incrustada entre los dientes y después añoro el gusto de esa exacta frutilla.
No se puede volver para atrás. Al final de la página se sabrá: al final del camino. Yo me echo a andar por sendas desconocidas. El lobo se asoma a lo lejos entre los árboles, me hace señas a veces obscenas. Al principio no entiendo muy bien y lo saludo con la mano. Igual me asusto. Igual sigo avanzando.
Esa tierna viejecita hacia la que nos encaminamos es la abuela. Tiene los cabellos blancos, un chal sobre los hombros y teje y teje en su dulce cabaña de troncos. Teje la añoranza de lo rojo, teje la caperuza para mí, para la niña que a lo largo de este largo camino será niña mientras la madre espera en la otra punta del bosque al resguardo en su casa de ladrillos donde todo parece seguro y ordenado y la pobre madre hace lo que puede. Se aburre.
Avanzando por su camino umbroso Caperucita, como la llamaremos a partir de ahora, tiene poca ocasión de aburrimiento y mucha posibilidad de desencanto. La vida es decepcionante, llora fuera del bosque un hombre o más bien lagrimea y Caperucita sabe de ese hombre que citando una vieja canción lagrimea quizá a causa del alcohol o más bien a causa de las lágrimas: incoloras, inodoras, salobres eso sí, lágrimas que por adelantado Caperucita va saboreando en su forestal camino mucho antes de toparse con los troncos más rugosos. No son troncos lo que ella busca por ahora. Busca dulces y coloridos frutos para llevarse a la boca o para meter en su canastita, esa misma que colgada de su brazo transcurre por el tiempo para lograr -si logra- cumplir su destino de ser depositada a los pies de la abuela. Y la abuela saboreará los frutos que le llegarán quizá un poco marchitos, contará las historias. De amor, como corresponde, las historias, tejidas por ella con cuidado y a la vez con cierta desprolijidad que podemos llamar inspiración, o gula. La abuela también va a ser osada, la abuela también le está abriendo al lobo la puerta en este instante.
Porque siempre hay un lobo.
Quizá sea el mismo lobo, quizá a la abuela le guste, o le haya tomado cariño ya, o acabará por aceptarlo. Caperucita al avanzar sólo oye la voz de la madre como si fuera parte de su propia voz pero en tono más grave: Cuidado con el lobo, le dice esa voz materna. Como si ella no supiera. Y cada tanto el lobo asoma su feo morro peludo. Al principio es discreto, después poco a poco va tomando confianza y va dejándose entrever, a veces asoma una pata como garra y otras una sonrisa falsa que le descubre los colmillos. Caperucita no quiere ni pensar en el lobo. Quiere ignorarlo, olvidarlo. No puede. El lobo no tiene voz, sólo un gruñido, y ya está llamándola a Caperucita en el primer instante de distracción por la senda del hosque. Bella niña, le dice. A todas les dirás lo mismo, lobo. Soy sólo tuyo, niña, Caperucita, hermosa. Ella no le cree. Al menos no puede creer la primera parte: puede que ella sea hermosa, sí, pero el lobo es ajeno. Mi madre me ha prevenido, me previene: cuídate del lobo, mi tierna niñita cándida, inocente, frágil, vestidita de rojo. ¿Por qué me mandó al bosque, entonces? ¿Por qué es inevitable el camino que conduce a la abuela?
La abuela es la que sabe, la abuela ya ha recorrido ese camino, la abuela se construyó su choza de propia mano y después si alguien dice que hay un leñador no debemos creerle. La presencia del leñador es pura interpretación moderna.
El bosque se va haciendo tropical, el calor se deja sentir, da ganas por momentos de arrancarse la capa o más bien arrancarse el resto de la ropa y envuelta sólo en la capa que está adquiriendo brillos en sus pliegues revolcarse sobre el refrescante musgo.
Hay frutas tentadoras por estas latitudes. Muchas al alcance de la mano. Hay hombres como frutas: los hay dulces, sabrosos, jugosos, urticantes.
Es cuestión de irlos probando de a poquito.
¿Cuántos sapos habrá que besar hasta dar con el príncipe? ¿Cúantos lobos, pregunto, nos tocarán en vida?
Lobo tenemos uno solo. Quienes nos tocan son apenas su sombra.
¿Dónde vas, Caperucita con esa canastita tan abierta, tan llena de promesas?, me pregunta el lobo relamiéndose las fauces. Andá a cagar, le contesto, porque me siento grande, envalentonada. Y reanudo mi viaje. El bosque tan rico en posibilidades parece inofensivo. Madre me dijo cuidado con el lobo, y me mandó al bosque. Ha transcurrido mucho camino desde ese primer paso y sin embargo, sin embargo me lo sigue diciendo cada tanto, a veces muy despacio, al oído, a veces pegándome un grito que me hace dar un respingo y me detiene un rato. Me quedo temblando, agazapada en lo posible bajo alguna hoja gigante, protectora, de ésas que a veces se encuentran por el bosque tropical y los nativos usan para resguardarse de la lluvia. Llueve mucho en esta zona y una puede llegar a sentirse muy sola, sobre todo cuando la voz de madre previene contra el lobo y el lobo anda por ahí y a una se le despierta el miedo. Es prudencia, le dicen.
Por suerte a veces puede aparecer alguno que desata ese nudo. Esta fruta sí que me la como, le pego mi tarascón y a la vez la meto con cuidado en la canasta para dársela a abuela. Madre sonríe, yo retozo y me relamo. Quizá el lobo también. Alguna hilacha de mi roja capa se engancha en una rama y al tener que partir lloro y llora mi capa roja, algo desgarrada. Después logro avanzar un poco, chiflando bajito, haciéndome la desentendida, sin abandonar en ningún momento mi canasta. Si tengo que cargarla la cargo y trato de que no me pese demasiado. No por eso dejo ni dejaré de irle incorporando todo aquello que pueda darle placer a abuela. Ella sabe. Pero el placer es sobre todo mío. Mi madre en cambio me previene, me advierte, me reconviene y me apostrofa. Igual me mandó al bosque. Parece que abuelita es mi destino mientras madre se queda en casa cerrándole la puerta al lobo.
El lobo insiste en preguntarme dónde voy y yo suelo decirle la verdad, pero no cuento qué camino he de tomar ni qué cosas haré en ese camino ni cuánto habré de demorarme. Tampoco yo lo sé, si vamos al caso, sólo sé -y no se lo digo- que no me disgustan los recovecos ni las grutas umbrosas si encuentro compañía, y algunas frutas cosecho en el camino y hasta quizá florezca, y mi madre me dice sí, florecer florece pero ten cuidado. Con el lobo, me dice, cuidado con el lobo y yo ya tengo la misma voz de madre y es la voz que escuché desde un principio: toma nena, llévale esta canastilla, etcétera. Y ten cuidado con el lobo. ¿Y para eso me mandó al bosque?
El lobo no parece tan malo. Parece domesticable, a veces. El rojo de mi capa se hace radiante al sol de mediodía. Y es mediodía en el bosque y voy a disfrutarlo. A veces aparece alguno que me toma de la mano, otro a veces me empuja y sale corriendo; puede llegar a ser el mismo. El lobo gruñe, despotrica, impreca, yo sólo lo oigo cuando aúlla de lejos y me llama. Atiendo ese llamado. A medida que avanzo en el camino más atiendo ese llamado y más miedo me da. El lobo.
A veces para tentarlo me pongo piel de oveja. A veces me le acerco a propósito y lo azuzo. Búúú, lobo, globo, bobo, le grito. Él me desprecia. A veces cuando duermo sola en medio del bosque siento que anda muy cerca, casi encima, y me transmite escozores nada desagradables.A veces con tal de no sentirlo duermo con el primer hombre que se me cruza, cualquier desconocido que parezca sabroso. Y entonces al lobo lo siento más que nunca. No siempre me repugna, pero madre me grita.
Cierta tarde de plomo, muy bella, me detuve frente a un acerado estanque a mirar las aves blancas. Gaviotas en pleno vuelo a ras del agua, garzas en una pata esbeltas contra el gris del paisaje, realzadas en la niebla. Quizá me demoré demasiado contemplando. El hecho es que al retomar camino encontré entre las hojas uno de esos clásicos espejos. Me agaché, lo alcé y no pude menos que dirigirle la ya clásica pregunta: espejito, espejito, ¿quién es la más bonita? ¡Tu madre, boluda! Te equivocaste de historia -me contestó el espejo. ¿Equivocarme, yo? Lo miré fijo, al espejo, desafiándolo, y vi naturalmente el rostro de mi madre. No le había pasado ni un minuto, igualita estaba al día cuando me fletó al bosque camino a lo de abuela. Sólo le sobraba ese rasguño en la frente que yo me había hecho la noche anterior con una rama baja. Eso, y unas arrugas de preocupación, más mías que de ella. Me reí, se rió, nos reímos, me reí de este lado y del otro lado del espejo, todo pareció más libre, más liviano; por ahí hasta rió el espejo. Y sobre todo el lobo. Desde ese día lo llamo Pirincho, al lobo. Cuando puedo. Cuando me animo. Al espejo lo dejé donde lo había encontrado. También él estaba cumpliendo una misión, el pobre: que se embrome, por lo tanto, que siga laburando. Me alejé sin echarle ni un vistazo al reflejo de mi bella capa que parece haber cobrado un nuevo señorío y se me ciñe al cuerpo. Ahora madre y yo vamos como tomadas de la mano, del brazo, del hombro. Consustanciadas. Ella cree saber, yo avanzo. Ella puede ser la temerosa y yo la temeraria. Total, la madre soy yo y desde mí mandé a mí-niña al bosque. Lo sé, de inmediato lo olvido y esa voz de madre vuelve a llegarme desde afuera. De esta forma hemos avanzado mucho.
Yo soy Caperucita. Soy mi propia madre, avanzo hacia la abuela, me acecha el lobo.¿Y en ese bosque no hay otros animales?, me preguntan los desprevenidos. Por supuesto que sí. Los hay de toda laya, de todo color, tamaño y contextura. Pero el susodicho es el peor de todos y me sigue de cerca, no me pierde pisada. Hay bípedos implumes muy sabrosos; otros que prometen ser sabrosos y después resultan amargos o indigestos. Hay algunos que me dejan con hambre. La canastita se me habría llenado tiempo atrás si no fuera como un barril sin fondo. Abuela va a saber apreciarlo. Alguno de los sabrosos me acompaña por tramos bastante largos. Noto entonces que el bosque poco a poco va cambiando de piel. Tenemos que movernos entre cactus de aguzadas espinas o avanzar por pantanos o todo se vuelve tan inocuo que me voy alejando del otrora sabroso, sin proponérmelo, y de golpe me encuentro de nuevo avanzando a solas en el bosque de siempre. Uno que yo sé se agita, me revuelve las tripas.
Pirincho. Mi lobo. Parece que la familiaridad no le cae en gracia. Se me ha alejado. A veces lo oigo aullar a la distancia y lo extraño. Creo que hasta lo he llamado en alguna oportunidad, sobre todo para que me refresque la memoria. Porque ahora de tarde en tarde me cruzo con alguno de los sabrosos y a los pocos pasos lo olvido. Nos miramos a fondo, nos gustamos, nos tocamos la punta de los dedos y después ¿qué?, yo sigo avanzando como si tuviera que ir a alguna parte, como si fuera cuestión de apurarse, y lo pierdo. En algún recodo del camino me olvido de él, corro un ratito y ya no lo tengo más a mi lado. No vuelvo atrás para buscarlo. Y era alguien con quien hubiera podido ser feliz, o al menos vibrar un poco. Ay, lobo, lobo, ¿dónde te habrás metido?
Me temo que esto me pasa por haberle confesado adónde iba. Pero se lo dije hace tanto, éramos inocentes...Por un camino tan intenso como éste, tan vital, llegar a destino no parece atractivo. ¿Estará la casa de abuelita en el medio del bosque o a su vera? ¿Se acabará el bosque donde empieza mi abuela? ¿Tejerá ella con lianas o con fibras de algodón o de lino? ¿Me podrá zurcir la capa? Tantas preguntas.
No tengo apuro por llegar y encontrar respuestas, si las hay. Que espere, la vieja; y vos, madre, disculpáme. Tu misión la cumplo pero a mi propio paso. Eso sí, no he abandonado la canasta ni por un instante. Sigo cargando tus vituallas enriquecidas por las que le fui añadiendo en el camino, de mi propia cosecha. Y ya que estamos, decíme, madre: la abuela, ¿a su vez te mandó para allá, al lugar desde donde zarpé? ¿Siempre tendremos que recorrer el bosque de una punta a la otra? Para eso más vale que nos coma el lobo en el camino.
¿Lobo está? ¿Dónde está? Sintiéndome abandonada, con los ojos llenos de lágrimas, me detengo a remendar mi capa ya bastante raída. A estas alturas el bosque tiene más espinas que hojas. Algunas me son útiles: si antes me desgarraron la capa, ahora a modo de alfileres que mantengan unidos los jirones.
Con la capa remendada, suelta, corro por el bosque y es como si volara y me siento feliz. Al verme pasar así, alguno de los desprevenidos pega un manotón pretendiendo agarrarme de la capa, pero sólo logra quedarse con un trozo de tela que alguna vez fue roja. A mí ya no me importa. La mano no me importa ni me importa mi capa. Sólo quiero correr y desprenderme. Ya nadie se acuerda de mi nombre. Ya habrán salido otras caperucitas por el bosque a juntar sus frutillas. No las culpo. Alguna hasta quizá haya nacido de mí y yo en alguna parte debo de estarle diciendo: nena, niñita hermosa, llévale esta canastita a tu abuela que vive del otro lado del bosque. Pero ten cuidado con el lobo. Es el Lobo Feroz. ¡Feroz! ¡Es como para morirse de la risa! Feroz era mi lobo, el que se me ha escapado. Las caperucitas de hoy tienen lobos benignos, incapaces. Ineptos. No como el mío, reflexiono, y creo recordar el final de la historia.Y por eso me apuro.
El bosque ya no encierra secretos para mí aunque me reserva cada tanto alguna sorpresita agradable. Me detengo el tiempo necesario para incorporarla a mi canasta y nada más. Sigo adelante. Voy en pos de mi abuela (al menos eso creo).
Y cuando por fin llego a la puerta de su prolija cabaña hecha de troncos, me detengo un rato ante el umbral para retomar aliento. No quiero que me vea así con la lengua colgante, roja como supo ser mi caperuza, no quiero que me vea con los colmillos al aire y la baba chorreándome de las fauces. Tengo frío, tengo los pelos ásperos y erizados, no quiero que me vea así, que me confunda con otro. En el dintel de mi abuela me lamo las heridas, aúllo por lo bajo, me repongo y recompongo. No quiero asustar a la dulce ancianita: el camino ha sido arduo, doloroso por momentos, por momentos sublime. Me voy alisando la pelambre para que no se me note lo sublime. Traigo la canasta llena. Y todo para ella. Que una mala impresión no estropee tamaño sacrificio.
Dormito un rato tendida frente a su puerta pero el frío de la noche me decide a golpear. Y entro. Y la noto a abuelita muy cambiada. Muy, pero muy cambiada. Y eso que nunca la había visto antes. Ella me saluda, me llama, me invita. Me invita a meterme en la cama, a su lado. Acepto la invitación. La noto cambiada pero extrañamente familiar. Y cuando voy a expresar mi asombro, una voz en mí habla como si estuviera repitiendo algo antiquísimo y comenta: -Abuelita, qué orejas tan grandes tienes, abuelita, qué ojos tan grandes, qué nariz tan peluda (sin ánimos de desmerecer a nadie). Y cuando abro la boca para mencionar su boca que a su vez se va abriendo, acabo por reconocerla. La reconozco, lo reconozco, me reconozco. Y la boca traga y por fin somos una. Calentita.
(Este texto fue extraído de Cuentos completos y uno más, de Editorial Alfaguara. También se puede encontrar en el volumen de cuentos Simetrías).

viernes, 26 de junio de 2009

Test de personalidad

La personalidad:
El Diccionario de la Real Academia Española la define como:

(De personal).

1. f. Diferencia individual que constituye a cada persona y la distingue de otra.
2. f. Conjunto de características o cualidades originales que destacan en algunas personas. Andrés es un escritor con personalidad.
3. f. Persona de relieve, que destaca en una actividad o en un ambiente social. Al acto asistieron el gobernador y otras personalidades.
4. f. Inclinación o aversión que se tiene a una persona, con preferencia o exclusión de las demás.
5. f. Dicho o escrito que se contrae a determinadas personas, en ofensa o perjuicio de las mismas.
6. f. Der. Aptitud legal para intervenir en un negocio o para comparecer en juicio.
7. f. Der. Representación legal y bastante con que alguien interviene en él.
8. f. Fil. Conjunto de cualidades que constituyen a la persona o sujeto inteligente.

Ahora que esta claro toca el TEST

jueves, 25 de junio de 2009

Si dios fuera mujer (Mario Benedetti)



¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.

Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.

Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.

Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.

Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.

miércoles, 24 de junio de 2009

LA NUEVA MEDICINA

Conferencia dada en España por el Dr. Fermín Moriano (1995)
El Dr. Moriano fue uno de los principales discípulos del Dr. Hamer durante los primeros años del movimiento de la Nueva Medicina en España.


Buenos días a todos. Mi madre cuando conoció esta medicina me hizo un comentario: -Ahora entiendo por qué hay tantas enfermedades y tanto cáncer, es porque se está perdiendo el confesionario. Por eso antes había menos-.
Parece una bobada pero cuando les explique qué es la Nueva Medicina lo van a entender mucho mejor.

Por primera vez en la historia podemos trabajar con leyes de la naturaleza. Es decir, los médicos hasta ahora veníamos trabajando con hipótesis, con axiomas no contrastados, con mucha especulación. Esto hacía que pacientes sometidos a un mismo tratamiento dieran diferentes resultados. La medicina clásica es una maraña de interpretaciones, una maraña de especulaciones pero es la única ciencia por llamarla de alguna manera que trabaja sin leyes.

La medicina entra en la Academia de Ciencias francesas a finales de 1800, es considerada ciencia pero realmente los médicos que hemos hecho medicina clásica no la hemos visto como ciencia sino como un arte especulativo y además aproximativo y de ningún modo veíamos resultados de causa-efecto.

Por primera vez en la historia, un médico alemán Ryke Geer Hamer, catedrático de medicina, especialista en medicina interna, especialista en siquiatría, especialista en radiología (aparte de eso cursó la carrera de Teología) enuncia leyes de la medicina. Hamer estudió estas especialidades con todo rigor, tres años por especialidad. Ejerció durante quince años como jefe de diversos servicios hospitalarios en varios hospitales de Alemania. En la década de los 70 llevaba ya un tiempo dándose cuenta de que la medicina era muy especulativa, que no encajaba entre las otras ciencias. Se dio cuenta que faltaba algo, que no había orden ni concierto. La muerte de un hijo suyo, que fue un hecho famoso porque fue a causa de un disparo que le dio Victor Manuel de Saboya, príncipe heredero de la casa de Saboya, fue un hecho determinante. El ya había desarrollado algo sobre la Nueva Medicina y se reprocha a sí mismo no haber tenido el coraje de sacar a su hijo de los tratamientos de la medicina clásica y tratarlo como él quería.

Tras la muerte de su hijo Hamer se descubre un cáncer de testículo y su mujer, que es médico oncólogo, desarrolla un cáncer de mama izquierda.
La pregunta de Hamer es como es posible que dos personas sanas, relativamente jóvenes todavía, desarrollen ambos un cáncer y lo relaciona con el hecho traumático de la muerte del hijo.
En ese momento Hamer era el jefe de los servicios de radiología, oncología y de medicina interna de modo que estaba en condiciones muy especiales para realizar su tarea de investigación.

El protocolo oficial para el cáncer es cirugía, quimioterapia y radioterapia y se sabe cuál es el resultado para el 95% de los casos. Hamer se subleva ante esa posibilidad y sobre todo animado por el hecho de ver que hay una incidencia altamente dramática en la vida de él y de su esposa que pudiera estar relacionado con la aparición de la enfermedad.
En el hospital universitario donde trabaja empieza a hacer una cosa que hasta ese momento la medicina no había hecho nunca. En realidad sí se había hecho pero tan antiguamente que ya ni se recuerda en los libros de medicina: preguntarle al paciente por qué cree que está enfermo.

Entonces les empieza a preguntar a los enfermos de cáncer del hospital si ha vivido alguna historia o algún incidente altamente traumático en su vida, anterior a la aparición del cáncer. Para su sorpresa encuentra que absolutamente todos refieren una historia altamente dramática en un tiempo anterior al de la aparición de la enfermedad.
En un principio lo que constata es que todos, absolutamente todos tienen ese hecho dramático. Luego empieza a analizar por descarte, por tipo de enfermedad. Pregunta por ejemplo a 100 mujeres diestras con cáncer de mama izquierda para tratar de encontrar un denominador común.
Es así que va encontrando enfermedad por enfermedad un denominador común de esa enfermedad. Las 100 mujeres con ese cáncer intraductal de mama izquierda tienen un mismo incidente en su vida, un mismo hecho traumático con un mismo colorido. Pero cuando analiza 100 casos de cáncer de riñón encuentra exactamente lo mismo. Cuando analiza los casos de cáncer de pulmón encuentra lo mismo: un denominador común distinto del de mama y de riñón. En principio lo que encuentra es la relación entre la siquis, es decir las vivencias de las personas y el órgano lesionado.

La sorpresa más grande que se lleva es darse cuenta que no es una relación del 90 o 95% que ya sería como para tener en cuenta sino que es del 100%. Empieza a darse cuenta que está tocando leyes de la naturaleza. Las leyes de la naturaleza, como todos sabéis, dicen que este objeto se caería un millón de veces si yo lo soltara puesto que se ejerce sobre él la fuerza de la gravedad que es una ley de la naturaleza y no cabe la más remota posibilidad de que al soltarlo se quede suspendido en el aire.
Pues lo que ha descubierto Hamer es de esta índole. Yo sé que parece muy duro, muy difícil de creer, imaginaros lo que puede suponer para nuestra clase médica, que por primera vez le pongan por delante cinco leyes de la naturaleza que se cumplen en el 100 por ciento de los casos.

Cuando él se da cuenta de esa relación, lógicamente piensa que el ser humano no es solamente una rodilla, no es solamente un codo, no es solamente un pecho. La medicina clásica en su súper especialización continua, nos obliga a especializarnos cada día más. Es habitual que si a una persona le duele una rodilla va a un traumatólogo pero a su vez ese traumatólogo le deriva a un compañero que es a la vez traumatólogo pero más especialista que él en la rodilla con lo cual el traumatólogo especializado en rodilla sólo sabe de rodilla. Se está perdiendo la visión de conjunto, tratamos el cuerpo humano por piezas, por partes separadas del todo y Hamer lo que sí tiene muy claro es la unidad del ser humano. Se da cuenta que el ser humano tiene sique, cerebro y órganos. Está encontrando la relación entre sique y órgano. ¿Qué está pasando mientras tanto en el cerebro?

El es radiólogo y está harto de hacer scanners (tomografía computada) y nunca ha visto en el cerebro una señal de nada. Todo sabemos que el cerebro dirige todas las funciones del cuerpo, sin embargo esto no es tenido en cuenta por la medicina clásica, lo olvida sistemáticamente. Todos sabemos que el cerebro controla las funciones de todos los órganos, de todos los tejidos y que está conectado con todas las células. Es más, la medicina clásica admite que una célula, sólo una célula, es capaz de recibir un orden de 55.000 estímulos bioquímicos simultáneos a través de neurotransmisores pero solo conoce un orden de 20. Pero en cuanto a estímulos bioeléctricos es incalculable la posibilidad que tiene una célula de recibir información simultánea. Sin embargo no tenemos en cuenta este flujo de información y seguimos investigando sobre la celulita, que si los oncogenes, que si la célula hace, que si la célula deshace como si la célula fuera un ente aislado del resto del organismo, que llevara su propia vida y se mantuviera completamente ajena a las órdenes cerebrales.

Todos sabemos que un estudiante a la hora de presentarse a examen puede tener una colitis. Todo médico diría que es normal y que es producto de su estado de ánimo. Si nos damos un susto nos aumenta la frecuencia cardiaca, también eso es normal. Ante una situación que nos repele se nos ponen los pelos de punta. La úlcera se llama ya úlcera de stress dando por hecho que el stress es la causa de las úlceras de duodeno. Se habla también del infarto de miocardio en las personas de riesgo que trabajan mucho.
Hasta ahí a la medicina no le queda más remedio que asumir, que admitir la relación sique-organo pero cuando hablamos de enfermedades mayores la medicina deja de lado estos supuestos. Dice: las enfermedades de las que hemos hablado hasta ahora son enfermedades sicosomáticas y que las trate el médico de cabecera, el médico de pueblo o el siquiatra pero dejen para nosotros los cánceres y las enfermedades graves que son asunto de los entendidos de la materia.

Hamer, ante la posibilidad de que el cerebro pueda dar alguna señal de lo que está pasando a nivel síquico y a nivel orgánico, se sienta un día ante un scanner que tiene en el hospital en el que es jefe del servicio y empieza a hacer un scanner cerebral, cosa que hasta ahora no se había hecho nunca, de aquellos pacientes que tienen una patología no neurológica, no cerebral, por ejemplo un cáncer hepático.
Todos sabemos que en la radiología hay unas imágenes que la medicina nunca ha sabido explicar. Son un tipo de circulitos dispersos por el scanner cerebral que aparecen en lugares diversos y como la medicina nunca pudo darles explicación son considerados todavía como -artefactos-, productos de la máquina, problemas de la máquina.

Hamer se sentó por primera vez en un scanner para ver si esos “artefactos” tenían algo especial que decirle en la relación causa-efecto. Y para su sorpresa comprueba que esas cien mujeres que tenían un cáncer intraductal de mama tenían un redondelito de esos, un “artefacto” en la misma zona del cerebro que paradójicamente es la zona del cerebro que rige la mama izquierda. Pero si analiza los pacientes que tienen un problema de riñón encuentra que todos, absolutamente todos, tienen un artefacto en una zona del cerebro que paradójicamente es la zona del cerebro que rige el riñón. Tanto es así que descubre una cartografía, añade una cartografía nueva al conocimiento médico. Comprueba que eso que se llamaban artefactos no son artefactos sino la señal cerebral de lo que está ocurriendo a nivel síquico y a nivel orgánico.

El me contaba un día que cuando descubrió eso se quedó durante tres horas sentado delante de un scanner porque no daba crédito a lo que acababa de descubrir imaginando lo que venía detrás, lo que iba a venir. Era demasiado fuerte para que una clase médica sumamente establecida pudiera asumir semejante descubrimiento. Pero como no podía ser él el único que diera vueltas sobre este asunto se fue a la Siemes que es en Alemania la empresa más grande que produce scanners y todo tipo de aparatos de radiología. Al entrevistarse con el jefe de ingenieros de la Siemens y plantearse lo que acababa de descubrir, éste le dice: Pues mire no está Ud. muy alejado de lo que nosotros pensamos porque nunca hemos creído que esas imágenes fueran artefactos, la máquina no puede producirlos. Pero como la clase médica no puede explicarlos y nosotros tampoco se sigue sosteniendo que lo son. Pero podemos salir de dudas, podemos crear un protocolo y durante seis meses vamos a estudiar con dos máquinas diferentes para ver si son realmente artefactos o están en la cabeza del individuo. El protocolo es muy sencillo y la manera de investigarlo es tremendamente fácil y hoy puede hacerse en cualquier servicio de radiología. Si el artefacto lo está produciendo la máquina y la máquina lo produce en una determinada dirección en relación a la cabeza del paciente giremos la cabeza del paciente. Si la imagen se produce ahora en el mismo lugar anterior estaríamos frente a un artefacto. Si la imagen se mueve junto con la cabeza del paciente es porque el objeto está en la cabeza y no es producto de la máquina. Si repetimos la experiencia con otra máquina diferente y ocurre lo mismo habremos llegado al resultado buscado. Lo que se había planeado como un protocolo para seis meses en dos meses quedó resuelto.
La conclusión es que esas imágenes estaban en las cabezas de los pacientes y eran la señal de las enfermedades orgánicas.

Así es que Hamer postula su primera ley: La Ley de Hierro del Cáncer, de “hierro” porque se cumple en el cien por ciento de los casos. Y no solamente vale para el cáncer. La ley se llama “Ley de hierro del cáncer y enfermedades similares al cáncer”. La palabra cáncer en la medicina que nosotros trabajamos ha perdido toda su fuerza y tragedia.

La primera vez que la formula, Hamer dice: todo shock síquico, altamente traumático, que nos toma por sorpresa y es vivido en aislamiento, produce una ruptura de campo electrofisiológico en un área concreta del cerebro y a partir de ese momento se lesiona el órgano que gobierna esa parte del cerebro.
Todo shock síquico, altamente traumático, hiperagudo que te pilla a contra pie, es decir inesperado, produce estos efectos. Que te pilla a contra pie y vivido en aislamiento: esto es tremendo, es importantísimo y condición sine qua non para que se produzca el cortocircuito cerebral. La persona se lo tiene que tragar. La idea por ende le está dando vuelta continuamente, lo vive en soledad, en aislamiento, no lo comunica. Mientras dura esa situación conflictiva se produce un cortocircuito a nivel cerebral y desde allí se manda un error de codificación al órgano. De este modo aparece la enfermedad en el órgano. Esta primera ley se cumple en el cien por ciento de las enfermedades excluyendo tres tipos de enfermedades: los traumatismos, los envenenamientos y las que ya se nace con ellas. Todas las demás, absolutamente todas se rigen por esta ley.

Hamer sigue adelante investigando y además a una velocidad tremenda y descubre que la enfermedad es un proceso bifásico.
Hasta ahora la enfermedad solamente se tiene en cuenta al momento de dar su primera sintomatología o cuando es descubierta por una prueba radiológica o por una prueba fortuita en el hospital pero nada más. El proceso empieza en el momento en que aparece el primer síntoma de la enfermedad y hasta que la enfermedad termina. Hamer se da cuenta que esto no es cierto. ¿Por qué? Porque lo primero que debe hacerse es un scanner cerebral (él a partir de ese momento y todos nosotros ahora trabajamos con scanner cerebral) que es una prueba científica irrefutable. Con un scanner cerebral sin saber la historia del paciente se puede diagnosticar todo lo que tiene, lo que ha tenido, en qué fase se encuentra y qué lo ha producido. Esto es una prueba científica, no es una especulación, no es medicina alternativa ni es una medicina especulativa. Esto es: señor mío, aquí tenemos un scanner y vamos a ver si es verdad o mentira lo que yo digo comparándolo después con la historia clínica del paciente. Esto es lo más tremendo que Hamer ha aportado a la medicina.

Además, al seguir investigando descubre que el -artefacto- en los scanners puede ser de dos formas: si hay 100 personas con un problema de riñón, 50 tienen por ejemplo un artefacto en forma de -diana-, es decir un círculo con un punto en el medio y los otros 50 lo tienen en forma de mancha, es un círculo con una mancha negra, un edema cerebral. Entonces Hamer se da cuenta que los que lo tienen -en diana- tienen el conflicto activo, están viviendo el conflicto en ese momento. Si se le pregunta al paciente sobre el contenido del conflicto el paciente responde cosas del tipo: sí, todavía estoy enojado con mi hermano o yo todavía estoy pendiente de la herencia de mi tía.
Pero sin embargo aquellos que tienen la mancha, han tenido el conflicto pero lo han resuelto. Y esto en el 100 por ciento de los casos: no hay un individuo con una imagen -en diana- que diga yo ya he resuelto el conflicto y tampoco hay un individuo con esa imagen en forma de mancha que diga: yo no he tenido nunca ese conflicto. Ocurre siempre en el 100 por ciento de los casos.

Además paradójicamente, a nivel orgánico existe una sintomatología de
-conflicto activo- y una sintomatología de -conflicto en solución-. De este modo Hamer descubre la segunda ley que es la ley del carácter bifásico de las enfermedades: toda enfermedad es un proceso bifásico en tanto y en cuanto la persona resuelva el conflicto. Es decir que hay una primera fase de enfermedad que es la fase del conflicto activo y hay una segunda fase que se desencadena siempre que la persona resuelve su conflicto. Y en ese momento la solución ocurre, lo mismo que en la fase activa, en los tres niveles: a nivel síquico esa persona ha resuelto el conflicto, a nivel cerebral lo que antes era una diana ahora es una mancha y en el nivel orgánico lo que antes era enfermedad, ahora comienza la fase de curación orgánica. El cerebro da la orden de restitución del daño causado. Esta explicación terapéutica está a años luz de lo que hasta ahora conocíamos. Lo más impresionante, vuelvo a repetirlo, es que se cumple en el 100 por ciento de los casos.

Sin embargo encuentra un muro impresionante. Muchas veces está el conflicto en solución, con su imagen cerebral en forma de mancha, a nivel síquico, hablando con el paciente, el paciente relata que tuvo el conflicto pero que ya lo ha resuelto y en ese momento empiezan a aparecer los síntomas a nivel orgánico. Y eso no encaja. A veces no existe relación entre el estado emocional del paciente, su estado cerebral y algunas enfermedades. En la fase activa no han dado señal, sin embargo en la fase de solución empiezan a dar señales, empiezan a dar sintomatología. Hamer empieza a investigar sobre embriología.

Embriología es la parte de la medicina que estudia desde el momento de la fecundación hasta el momento del parto, es decir la evolución del embrión, cómo se va formando. Pero todos los médicos sabemos de embriología lo que aprendemos en el primer trimestre del primer año de medicina en Anatomía I. Una vez aprobado ese trimestre se sigue adelante y no se vuelve a estudiar embriología en el resto de la carrera. Por lo tanto, la bibliografía que hay sobre embriología es simplemente descriptiva, de cómo se va formando el feto. Parecería ser que la Naturaleza no tiene mayor intención en esa formación. Es un hecho como puramente casual: de alguna manera se tenía que formar, ya hemos descubierto cómo, así que cerramos el capítulo.
Es por eso que Hamer se ve obligado a investigar qué importancia tiene que un órgano esté formado por un tejido o por otro. Todos sabemos en medicina que todo el organismo está formado por solamente tres tejidos, tres hojas blastodérmicas: el ectodermo, el mesodermo y el endodermo. Bien, Hamer se pone a estudiar qué importancia tiene que un órgano esté formado por mesodermo o endodermo y es en este punto cuando descubre su tercera ley que es la confirmación de la segunda. Descubre cómo funciona cada tejido del organismo en conflicto activo y en conflicto en recuperación y se encuentra con que el 80% de las enfermedades actualmente diagnosticadas como enfermedades son en realidad la fase de curación de los conflictos.
Es decir por ejemplo si un cáncer intraductal de mama en una mujer, al ser un ectodermo, un ectodermo en fase activa del conflicto pierde sustancia, se hacen úlceras en los conductos galactóforos de la mama pero la mujer y el médico no lo notan porque ese proceso no da sintomatología. Sin embargo a nivel cerebral tendría la imagen en diana y a nivel síquico esa mujer tendría el problema activo. Pero si la mujer resuelve el conflicto inmediatamente viene la orden cerebral de curación del daño causado.

Yo siempre pongo un ejemplo que vais a entender rápidamente porque supongo que esto es demasiado espeso para los que no son médicos: un día a uno cortando jamón se le va el cuchillo y se lleva un trozo de carne, no un corte sino un trozo. Todos sabemos lo que ocurre al día siguiente, la medicina lo ve normal y lo deja evolucionar. Al día siguiente lo que ocurre es que se inflama la zona de alrededor de la úlcera y se van a empezar a reproducir los tejidos del borde con la intención de cerrar el agujero, de restaurar el daño, de tapar el boquete. Durante ese tiempo la zona va estar más o menos enrojecida e inflamada. El cerebro ha dado inmediatamente la orden de reparar el daño. A nadie se le ocurriría ir a un oncólogo a que le hiciera una biopsia de esa herida. Pobre de él si se le ocurriese ir y más si el oncólogo le hace caso, lo que es difícil y le saca una muestra del borde de la herida y se la manda al patólogo. Sin decirle nada al patólogo porque si le dice algo el patólogo ya sabe lo que tiene que decir. Pero si no le dice nada el patólogo va a firmar un informe que dice que eso es un epitelioma, un cáncer de piel. Pero lo que en realidad se está produciendo es el relleno de un agujero.

Bien, en la mama de la que hablábamos antes nadie ha visto la primera fase de la enfermedad, la fase del conflicto activo. Sólo se ve la fase de solución que es la aparición de un edema alrededor de las úlceras de los canales galactóforos de la mama y una proliferación celular en los bordes de las úlceras que intenta rellenarlas. Pero claro como da inflamación y molestias, la mujer sale corriendo al ginecólogo, el ginecólogo ve eso anormal, fuera de lugar, le hará una biopsia y el diagnóstico será cáncer intraductal de mama. Y esa señora se estaba curando. Esa señora no tenía cáncer ya.
Esto que digo sé que es brutal porque hoy por hoy es la causa de muerte más importante en las mujeres. Sin embargo el cáncer de mama se diagnostica siempre en fase de curación.

Ahora veamos qué haríamos nosotros: tranquila señora Ud. no tiene ningún problema, ni biopsia ni nada. Déjelo y lo mismo que a los quince días terminaba el proceso de cicatrización del cuchillo del jamón, el edema se retira y la zona queda cicatrizada, exactamente lo mismo hace el organismo en la mama. Y al cabo de un tiempo eso se retira y no pasa absolutamente nada.

Esta es la tercera ley. Hay tres tejidos. De este que hemos hablado es el ectodermo. Pero otro tipo de tejido es el endodermo que es el tipo de tejido que forma fundamentalmente el tubo digestivo que funciona completamente al revés. En vez de perder sustancia en fase activa lo que hace es proliferar sustancia en fase activa y necrosarse en solución.
Por ejemplo un señor vive un conflicto del tipo que nosotros llamamos de guarrada. Le han hecho una guarrada muy grande. Concretamente un señor que es socio de su cuñado, un día, yendo a la escribanía después de muchos años de sociedad descubre que el cuñado ha puesto todo a su nombre y prácticamente lo ha dejado en la calle. Vive la situación no solamente desde el punto de vista económico sino también por aquello de que -mi cuñado me ha hecho una guarrada-. El colorido del conflicto es el que determina el área concreta del cerebro que se va a lesionar y por lo tanto el órgano afectado. Por eso es que en 100 casos de mama, las 100 mujeres tienen un conflicto con el mismo colorido. Sin son diestras y la mama es la izquierda sería un conflicto de madre-hijo. Conflicto de separación de un hijo. Si la mama es la derecha sería un conflicto general y especialmente de pareja.

Pero volviendo al ejemplo anterior, al vivir el conflicto como guarrada, no como pérdida económica sino como guarrada, el señor lesiona la zona cerebral que rige el colon y mientras está viviendo el conflicto activo, en el colon se está produciendo un tumor, es un carcinoma de colon, es un tumor en la luz del colon. Si ese tumor crece y no llega a un tamaño suficiente, no afecta al tránsito intestinal y la persona no tiene sintomatología. Pongamos que al cabo de uno o dos meses se decide y le cuenta a su mujer y habla con su cuñado. El cuñado reconoce su error y llegan a un acuerdo, van a la escribanía y arreglan todo. El señor resuelve su conflicto. Pero al cabo de unos días comienza a sangrar por el recto. ¿Por qué sangra? Es un endodermo y en fase de solución tiene que necrosarse el tumor. Este es el primer síntoma que tiene este señor, una proctorragia. Nadie está acostumbrado a deponer heces con sangre. Sale corriendo a ver al médico. El médico le hace una rectoscopía y se encuentra con el tumor. Diagnostica carcinoma de colon y desencadena lo que ya sabéis. Ese señor ya estaba curado.

Muchos os plantearéis: ¿por qué la gente dejándose a su libre albedrío en casa no se cura? Es la pregunta que se hace casi todo el mundo puesto que en 80 o 90 % de los casos podríamos dejarlos puesto que aparece la sintomatología en fase de curación. Hay una teoría y además esto tiene para mí un particular interés personal que es la teoría de la metástasis.

Toda la oncología se basa en dos hechos fundamentales. El primer hecho es el diagnóstico del patólogo, del anatomo patólogo, el que analiza las células. Toda la clase médica piensa que el patólogo hace siempre diagnóstico de certeza. El patólogo, como dice Hamer, es siempre como una tirada de dados. Esto es muy duro. Tengo amigos patólogos y algunos que trabajan con nosotros que están de acuerdo concretamente en esta expresión, que es una tirada de dados. Es triste decirlo pero el patólogo no es nunca capaz de diferenciar una proliferación celular que se ha formado en un callo de fractura de una proliferación celular con la que se ha formado un osteosarcoma si no se le dice de dónde procede la muestra. Es decir no son capaces de diferenciar una proliferación celular proveniente de una cicatriz de una proliferación celular que ha formado un cáncer.
El diagnóstico lo da en medicina la concurrencia de tres servicios: anatomía patológica, oncología clínica y radiología. Pero ninguno por sí mismo puede hacer diagnóstico certero en oncología.
Ahora, unidos los tres, si esta muestra que le mando al patólogo es de un señor que ha sido atropellado por un auto hace quince días, con la imagen radiológica que muestra el corte en el fémur, está clarísimo que la muestra corresponde a un callo de fractura.
En anatomía patológica en el diagnóstico celular se tienen que dar 10 pasos y en cada uno de esos pasos hay 10 variables. Hay montones de trabajos en medicina clásica que demuestran que una muestra de tejido mandada a 25 patólogos distintos sin decirles de dónde procede daría 25 resultados diferentes. Y eso es la base fundamental de la oncología.

La espina dorsal de la oncología es la creencia en la teoría de la metástasis. La teoría de la metástasis está viva desde hace nada menos que 119 años y la postuló un médico alemán que se llamaba Virchow. Esta teoría dice que un cáncer originario puede dar metástasis, es decir otro tumor, en otra zona del organismo mediante diseminaciones patógenas. Es decir que una célula cancerígena se separa del tumor originario y la metástasis se implanta luego en el nuevo territorio y allí se reproduce y da por lo tanto un segundo cáncer.

Hay un hecho que es indudable, que todos lo vemos y es que un cáncer se puede diseminar por todo el organismo. Un cáncer que hoy lo tenemos localizado aquí, dentro de seis meses puede estar en cinco partes más. De alguna manera había que explicar este hecho incuestionable. Sin embargo las teorías siguen vivas hasta que alguien demuestra que son falsas o se encuentra otra teoría que sea más creíble que la anterior.
Esta teoría de la metástasis estuvo vigente hasta los años mil novecientos sesenta y poco. Si por ejemplo, tenemos un cáncer de hueso en la rodilla y luego aparece en el pulmón todos pensaríamos que una célula de la rodilla, caminando por la sangre llega al pulmón y forma un cáncer óseo en el pulmón. Sin embargo el avance en la electrónica y en los microscopios demuestra que las células del pulmón son siempre células pulmonares. Por lo tanto esa célula ósea que ha venido viajando por la sangre, al llegar al pulmón tendría que formar un cáncer óseo y sin embargo en el pulmón no encontramos un cáncer óseo. Y en el hígado un cáncer que no sea hepático. Y en hueso un cáncer que no sea óseo.

Por lo tanto hay que reforzar esta teoría y hay que decir que esa célula que por otra parte y esto quiero recalcarlo que nunca jamás se ha encontrado en la sangre, esa célula en su camino por la sangre sufre una metamorfosis y se convierte en el tipo de célula que corresponde al órgano que va. Esta es la espina dorsal de toda la oncología y la que desencadena todo el proceso terapéutico oncológico de quimioterapia y radioterapia.

Es inaudito que con el avance tecnológico y de laboratorio que tenemos hoy no hayamos podido encontrar una célula viajando por la sangre cuando somos capaces de encontrar otro tipo de células y todos los subproductos de una célula (las transaminasas, enzimas). Tenemos la forma de encontrarlos y medirlos. Sin embargo no somos capaces de encontrar una célula entera en la sangre. Los japoneses están marcando células tumorales con radioisótopos radioactivos tratando de determinar si esas células viajan por el torrente sanguíneo y hasta ahora no se ha podido ver que alguna célula se ha salido de su tejido y se haya implantado en otra parte. ¿Por qué? Porque esa teoría es falsa.

Hasta que llega Hamer y demuestra el por qué de las metástasis. Hamer va a un congreso y dice, miren, lo que ustedes están contando es lo siguiente: que una célula cancerígena, que es tal porque se ha vuelto loca, que no sabe lo que hace, se separa de su tumor original, pierde su conexión con el cerebro pero eso no importa, es autónoma, se pone a viajar por la sangre aunque nunca se la ha visto. Es tanto como decir que un canadiense rubio de ojos azules que está loco se hecha a nadar al mar pero como nadie lo ha visto no sabemos a qué mar se ha tirado. Y en su andar, cuando está nadando sufre una metamorfosis, según parece además de loco es superinteligente porque se da cuenta que va a China y cuando llega a China ya se ha convertido en chino. Miren hasta ahí podría creerlo. Pero lo que no puedo admitir es que un oncólogo entre mil millones de chinos pueda afirmar que uno determinado es el canadiense.

Esta es la teoría de las metástasis: como a una persona se le encuentra un tipo de cáncer en una pierna todo lo que aparezca a partir de ese momento aunque no se parezca ni en pintura viene de la pierna. Entonces cuál es el tratamiento de la medicina clásica, el tratamiento de la medicina clásica es acabar con esa hipotética célula que está solamente en la mente de los médicos porque nunca se ha encontrado en el cuerpo. Acabar con ella como sea, empleando quimioterapia.

Es el caso de una señora a la que se le ha diagnosticado un carcinoma intraductal de mama. Hay que quitarle la mama mediante cirugía. Es un bultito que mide un centímetro y está detrás del pezón, está muy alejado de la parrilla costal, sin embargo se le quita toda la mama. Le hacemos una mastectomía total. Pero como pensamos en esa maldita célula que se puede haber escapado vamos a irradiar toda la zona porque de ese modo vamos a achicharrar no solamente las propias sino también las extrañas. Y después por si las moscas le vamos a dar quimioterapia lo cual la persona, que es mucho más fuerte que lo que la medicina se cree, aguanta. Y al cabo de cinco años, revisión periódica tras revisión periódica cada seis meses, le aparece una osteolisis. Una descalcificación de una vértebra o una descalcificación de la cabeza del fémur derecho. Se le hace una gama grafía ósea y esto basta para diagnosticar una metástasis de hueso. La pregunta sigue siendo la misma: ¿dónde ha estado esa célula durante cinco años ? Estamos hablando de una célula que salió hace cinco años de la mama y que ha aguantado cirugía, radioterapia y quimioterapia (estaría en el fondo del mar, metida en un cofre, aguantando todas estas historias) y al final, después de cinco años aparece en el hueso de la cadera y hace decir al oncólogo que la señora tiene una metástasis ósea.

O después de 22 años como tengo yo un caso. A los 22 años le aparece una metástasis. ¡Santo Dios! ¿Alguien conoce una célula que viva 22 años? Sin embargo esto que lo conocen todos los médicos no es para ni siquiera pensarlo. Solamente las neuronas viven desde el momento en que nacemos hasta el momento de morir. Precisamente el único sitio donde no se dan cánceres, en las neuronas. Lo que pasa es que al no saber, la oncología está dando tumbos de un lado para otro. Hamer demuestra que esto es totalmente falso.

¿Y qué es lo que dice Hamer? En un proceso oncológico, cuando se tiene un cáncer, hay un momento en que se produce un shock altamente traumático hiperagudo que te pilla a contra pie y que es vivido en aislamiento. Es el propio diagnóstico y el proceso oncológico el que va desarrollando metástasis. Así encontramos una mujer que hace miedo a morir porque tiene 32 años y le han diagnosticado cáncer. Al hacer el miedo a morir lesiona a nivel cerebral la zona que corresponde al pulmón y al cabo de dos meses tendrá una suelta de globos en el pulmón. Y el médico le dirá ¿ves como era verdad que lo que tenías en el pecho era un cáncer? Y no tiene una metástasis pulmonar proveniente de la mama. Porque además el intraductal de mama es un ectodermo y el pulmón es un endodermo, es un adenocarcinoma. Pero puede que esa mujer no haga miedo a la muerte y entonces no le sale nada en el pulmón. De allí el hecho de que las metástasis son imprevisibles. A esa señora de 32 años no le preocupa la muerte, lo que le preocupa es que tiene dos hijos pequeños en este mundo y que si ella se muere, sus hijos van a quedar abandonados y hace un miedo a dejar a sus hijos en la indigencia y esa mujer tendrá una metástasis hepática en el plazo de seis meses a un año. Pero puede que no tenga hijos y que aguante toda esta historia y que no haga metástasis en ningún lado. Le dirán entonces -lo hemos tomado a tiempo, quédate tranquila, no va a pasar nada. Te vamos a dar quimio y radio para nada, no se puede haber escapado una célula-. Pero a esa mujer la someten a un tratamiento de quimioterapia y además antiestrógenos que le van a quitar la libido. Esa señora va a perder su apetito sexual y tiene 32 años y un marido joven y entonces esa mujer al cabo de un tiempo sufre una tremenda desvalorización de sí misma en el terreno sexual. Y esa desvalorización sexual afecta a la pelvis y como está en fase activa del conflicto y es un mesodermo perderá sustancia, es decir se harán agujeritos en los huesos. Al cabo de dos años a un médico se le ocurre hacer una gamagrafía ósea y encuentra esos agujeritos y le dice -tienes una metástasis ósea-. Eso ha ocurrido a los cinco años del cáncer de mama. La señora recibe el segundo diagnóstico como diciendo -ya no tengo escapatoria, si después de cinco años de estar luchando contra él me vuelve a aparecer ahora ya no tengo escapatoria-. Ahora es cuando hace miedo a la muerte y aparece la metástasis pulmonar. Lo más maravilloso de todo es que esto se puede demostrar en el 100 por 100 de los casos.

La cuestión es que no son las situaciones en sí las que crean los problemas sino cómo uno las vive. Uno es responsable de su propia enfermedad y lo que descubre Hamer es que la enfermedad no es un error de la madre naturaleza, que la enfermedad no es un fallo del cuerpo humano, del modelo, incluso que la enfermedad no es un castigo por nuestros pecados ni es una forma de penitencia. La enfermedad es un programa inteligente de la madre naturaleza encaminada a decirle a las personas -esta situación que estás viviendo no te conviene-. Hamer descubre nada más y nada menos que la Naturaleza quiere que seamos felices y que cuando vivimos y nos empeñamos en vivir una situación que va en contra de nuestra propia esencia, que va en contra de nuestra coherencia interior, se desencadena un programa a nivel cerebral que mediante la lesión de un órgano nos pone en aviso.

Hamer ha llegado a encontrar la relación causa-efecto de prácticamente el 90 % de las enfermedades. Figuran en una tabla de varias columnas, tipo de enfermedad, el conflicto que la produce, cómo evoluciona a nivel orgánico en fase activa del conflicto y cómo evoluciona a nivel orgánico en fase de solución y el foco de Hamer en el cerebro. Esta tabla es una máquina de hacer medicina.

Somos nosotros los causantes de nuestra propia enfermedad, no podemos echarle la culpa a otro. Se acabó eso de decir la naturaleza ha fallado en mí, la mala suerte, el castigo divino y ahora voy al médico para que me cure haciendo abandono de nuestra propia responsabilidad. En la medida que se resuelva el conflicto la enfermedad se cura y no hay tu tía y cualquier cosa que haga el médico no podrá curar si el conflicto está activo. Se acabó eso de ir al médico para que el médico resuelva el problema.

Ahora el médico podrá dar las cartas de navegación. Dirá -la enfermedad viene por aquí-, lo que está tratando de decir es -cuando una persona está viviendo una situación indigesta está haciendo un cáncer de estómago y en este momento en la curvatura mayor del estómago se está desarrollando una masa tumoral en base a células hiperproductoras de ácido clorhídrico que se necesitan para digerir-. Mientras no se resuelva el problema y no deje de indigestarse con la situación ya se podrá quitar el estómago o cualquier otra cosa, pero la enfermedad seguirá adelante.

En los scanners cerebrales nos encontramos por ejemplo con conflictos de pérdida. Un conflicto de pérdida de un ser querido afecta en mujer a ovarios y en varón a testículos, los conflictos de territorio afectan las arterias coronarias, conflictos de frustraciones de tipo sexual, conflictos de desvalorización. Hay un completo mapa cerebral con los diferentes conflictos.

Nos encontramos con que si agrupáramos todos los tipos de conflicto del mapa cerebral nos encontraríamos con dos grandes tipos de conflicto. Los demás son matices de ellos. Dependiendo del matiz es el órgano que se ve afectado. Estos dos tipos de conflicto en los que cae el ser humano son conflicto de apego y conflicto de desamor. Y no hay más.

En el caso del apego por ejemplo un señor que tiene una fábrica y la fábrica se le viene abajo: contrariedad indigesta, contrariedad en el territorio, pérdida económica, se me viene todo abajo, ya no puedo más, ¿qué va ser de mis hijos ?, guarradas, pérdida de amigos-
En el caso de desamor nos encontramos muy a menudo con el conflicto de desvalorización. La desvalorización es un conflicto de desamor con uno mismo. Un conflicto de desvalorización intelectual afecta las vértebras cervicales y en fase activa del conflicto perderá sustancia (descalcificación) y en fase de recuperación habrá recalcificación y allí es cuando duele. Sólo duele en fase de solución. Para recalcificar el hueso se tiene que distender el periostio y eso es lo que produce el dolor. La desvalorización siempre se relaciona con los huesos y tiene múltiples matices.


La desvalorización afecta a huesos, músculos y ganglios. Del matiz de la desvalorización depende la zona del cuerpo en la que va a aparecer el conflicto. Los ganglios linfáticos son conflictos de leve desvalorización de sí mismo. Los músculos se ven afectados por una moderada desvalorización de sí mismo y los huesos por una gran desvalorización de sí mismo.
Los ganglios linfáticos son un mesodermo que en fase activa del conflicto pierden sustancia y entonces tenemos una persona que tiene una leve desvalorización de sí mismo por ejemplo un conflicto de territorio (su casa, sus posesiones, su trabajo, incluso su territorio afectivo). Al perder sustancia se hacen agujeritos en el interior del ganglio, se convierte en un queso gruyère. Esta situación no da sintomatología ni puede detectarse por radiografía y no vamos a ir al médico a que me saque algunos ganglios para verificar esto. La fase activa del conflicto pasa desapercibida. Al producirse una revalorización comienza la etapa de solución. La orden cerebral ante el conflicto resuelto es que se rellenen los agujeros. La única manera de rellenar estos agujeros es generar material extra y se produce un edema. Vamos al médico que decide sacar un ganglio y se encuentra con células en reproducción y el diagnóstico es linfoma de Hodkin. Justo cuando se estaba curando. El médico dice que como estas células en reproducción son malignas hay que sacarlas y por lo tanto establece un tratamiento con quimioterapia. Pero el cerebro siempre gana. ¿Cómo codifica el cerebro esta agresión? La codifica como agresión: -no me dejan curar-. El cerebro no sabe en qué facultad estudió el médico, no sabe de las buenas intenciones del médico. El cerebro codifica los hechos: -si estoy mandando una orden de rellenar agujeros y un gracioso me mete quimio para evitar que las células se multipliquen debo dar una orden de aumentar la producción de células-. De ese modo estamos jugando al ratón y al gato. ¿Qué hacemos con un linfoma de Hodkin ? Pues nada, tranquilos. Después de seis meses ya habrá pasado todo.


Yo pido perdón por estar fumando. Desde que me enteré que no produce cáncer ya no lo dejo. Tengo que aclararlo porque el tabaco es malo. Es un tóxico y ya hemos dicho que las leyes de Hamer no se cumplen en estos casos. Aquí no hay conflicto de Hamer. La nicotina y el alquitrán son tóxicos directos sobre los bronquios y eso más tarde o más temprano termina en una bronquitis crónica obstructiva. Lo que nunca puede producir es cáncer. Pero sin embargo este paquete de cigarrillos, puede producir cáncer de pulmón. Tiene un texto que dice -Las autoridades sanitarias advierten que el tabaco puede afectar seriamente la salud- y en otros dice -las autoridades sanitarias advierten: fumar provoca cáncer-.

Esto es mentira. Pero en la consulta tengo casos reales. A un señor padre de cinco hijos le están diciendo continuamente -papá no fumes, papá no fumes...- Una mañana se levanta y como tiene una bronquitis obstructiva y las secreciones pulmonares se remansan por la noche ya que los cilios de los bronquios no pueden moverse libremente por acción del tabaco, tiene que provocar la tos matutina del fumador para expectorar. Pero como tiene una irritación continua de la faringe por culpa del tabaco tiene las venillas a flor de piel y un día al expectorar explota una venilla y cae en el lavabo un esputo con sangre. Entonces el hombre dice: -zás, ya está aquí, me lo pillé-. Es un shock síquico, altamente traumático, que lo pilla a contrapie y lo vive en aislamiento por que se asusta y calla. -No voy a ir al médico, para qué, mira que me lo han dicho veces...- y está noche y día dándole vueltas al tema y tiene la mala suerte que a los tres días se repite el esputo con sangre. Tarda tres meses en ir al médico. Tres meses que vive con una angustia de muerte. Cuando va al médico tiene ya un nódulo pulmonar, un adenocarcinoma de pulmón. Si hubiera ido el primer día no le hubieran encontrado nada. Fue el miedo lo que le causó el cáncer de pulmón.


El moderador invita a hacer preguntas.

Pregunta: Me diagnosticaron un cáncer de ganglios inguinales. Me hicieron cirugía, quimioterapia y radioterapia. Cuando estaba en el hospital mi señora contactó con un colega suyo y le explicó lo que me habían hecho y la sintomatología que tenía. Ese médico le dijo que no nos preocupáramos que ya estaba curado. De hecho eso es lo que a mí me ha resucitado. He pasado por la quimioterapia y por la radioterapia, me han arrasado toda la ingle, los testículos. He pasado todo eso y ahora estoy perfectamente bien.

Moriano: Usted estará conmigo en que el estado de ánimo que provoca el diagnóstico de cáncer y el estado de ánimo que provoca la utilización de terapias agresivas y mutilantes son los verdaderos responsables de las metástasis y significa que ha ocurrido un nuevo conflicto. Si usted ha entendido todo esto sabrá que a partir de ahora podrá seguir estando igual que como está ahora. El problema es que como pasamos cada cierto tiempo por revisiones, no faltará un gracioso que encuentre un nodulito y propondrá realizar otra vez terapéuticas agresivas. Yo les recomiendo a mis pacientes que no pasen más por la medicina clásica. No porque tengan malas intenciones. Yo soy un médico clásico, yo vengo también de la física médica, no vengo de las medicinas alternativas y he hecho eso antes y he trabajado del mismo modo que ellos. No tienen malas intenciones pero tienen un desconocimiento total. Hoy día la pregunta que me hago es ¿se puede hacer un buen diagnóstico sin conocer las leyes de Hamer? ¿Se puede hacer un buen diagnóstico sin conocer como se comporta un tejido en fase activa y en fase de solución? ¿No sabiendo que detrás de eso hay un conflicto? ¿No sabiendo que hay que resolver el conflicto? Que hay que hallarlo y luego resolverlo. La respuesta es no. Y si no se puede hacer un buen diagnóstico no se puede hacer un buen tratamiento. Debemos considerar los resultados. El 95% de todos los tipos de cáncer se curan.

Pregunta: ¿El tratamiento consiste en sugestionar al paciente para que viva más contento o existe algún tipo de terapéutica más agresiva?

Moriano: Verá. Existe como decíamos antes un diagnóstico. Cuando el paciente llega a la consulta el diagnóstico es fundamental y el diagnostico cubre los tres niveles: el síquico, el cerebral y el orgánico porque tiene que ser simultáneo. Es decir si una persona está curada lo está a los tres niveles y si está enferma lo está a los tres niveles. Si síquicamente está viviendo el conflicto tiene la imagen en diana a nivel cerebral y a nivel orgánico tiene los síntomas de la fase activa del conflicto. Puede ser que en un momento no tenga ninguna sintomatología porque el órgano afectado no da sintomatología en la fase activa aunque esté la lesión. Es el caso de los ganglios como lo comprobó Hamer haciendo biopsia de ganglios de una persona en conflicto activo.

Todo esto es alucinante. Esta medicina está a años luz y es una ciencia matemática. Se llega al diagnostico desde cualquiera de los vértices. Dime que sintomatología tienes en el órgano y yo ya sé si es sintomatología activa o de solución. Sabiendo el órgano sé el tipo de conflicto y sé el tipo de imagen que voy a encontrar en el cerebro. Dadme un scanner cerebral y digo que órgano está afectado, en qué fase se encuentra la enfermedad, si en fase activa o de solución y cuál es el conflicto que la está produciendo. Dime que conflicto tienes y te diré qué órgano se está lesionando y que está apareciendo en el scanner cerebral. Con estas tres herramientas el diagnóstico es prácticamente infalible.

El tratamiento: Ante un conflicto sólo quedan dos soluciones: o se deja de vivir conflictualmente la situación o se separa uno de ello. Tenemos un paciente con un carcinoma gástrico porque tiene una situación totalmente indigesta con su jefe. Son cinco trabajadores que trabajan bajo un mismo jefe, el jefe se comporta del mismo modo con todos y solamente uno vive esa situación de manera conflictual. La jugada es o deja, como los demás, de vivir conflictualmente esa situación o se separa del grupo, se cambia de trabajo e inmediatamente se desencadena la fase de curación.

El conflicto hay que resolverlo emocionalmente. Hay matrimonios que viven su relación conflictualmente. Pues o dejan de vivirla conflictualmente o se separan porque sino la naturaleza se encarga de separarlos. La cuestión no es administrar fármacos. Nuestro trabajo consiste en darle al paciente las cartas de navegación. Decirle: Tu problema es este, te viene por esto y esto es lo que tienes que resolver. Lo que la naturaleza te está tratando de decir es que aquí estás viviendo una situación que no te conviene, o dejas de vivirla o te separas de ella. El trabajo de la Nueva Medicina consiste en utilizar todas las terapias que están disponibles tendientes a aliviar la sintomatología de la fase de solución y por supuesto a resolver el conflicto. Es decir el tratamiento de los síntomas de curación en la medida en que podamos aliviarlos siempre y cuando con nuestra actuación no cortemos la orden cerebral de curación o nos arriesguemos a generar un nuevo conflicto. Es decir que nuestro tratamiento es muy sencillo y al mismo tiempo muy complicado. El dolor en el hueso es la fase de curación y esa persona será pautada inmediatamente en el hospital con morfina. Pero con la morfina cortamos la orden cerebral. El enfermo se muere, muy tranquilo pero se muere.

Pregunta: Quisiera que hablara sobre el cáncer en niños, especialmente la leucemia.

Moriano: Primera barbaridad. La leucemia es una mala interpretación total y absoluta de la oncología. La leucemia no es un cáncer. Es la fase de recuperación de un cáncer de hueso, de médula ósea. La leucemia solo puede aparecer cuando la persona se está curando. Como en el caso del cáncer de mama la fase activa de la enfermedad es la pérdida de sustancia. En el caso de médula, la pérdida de médula. En la fase de curación llega una orden de hematopoyesis, de producción masiva de células sanguíneas. Al no haber la suficiente médula ósea para producirlas, produce inmaduros. Es la aparición de blastos. Nunca jamás un exceso de blastos en sangre ha matado a alguien. Sin embargo se los considera como enemigos y se da quimioterapia. ¿Por qué aparece en los niños? Es la fase de curación de un conflicto tremendo de desvalorización de sí mismo. Es muy difícil pensar que un niño de un año se sienta desvalorizado. En este punto Hamer da un bombazo a todo esto de la ingeniería genética. Hamer se dedicó algún tiempo a hacer scanners de niños recién nacidos. Con el scanner cerebral del niño se le puede contar todo el embarazo a la madre. Hamer comprueba que el niño, en el vientre de su madre tiene plena conciencia de todas las vivencias de su madre y que vive los conflictos en el claustro materno y que cuando se separa de ella puede provocar la fase de solución. El 90 % de los cánceres en críos menores de tres años son fases de solución, calificadas como cáncer pero no son cáncer, son la fase de solución de los conflictos vividos en el vientre de la madre.

Viendo un scanner de un niño recién nacido se le puede contar a la madre todo el embarazo. Esa estúpida idea de que el niño en el vientre de la madre no se entera de nada es una auténtica payasada que se puede tirar por tierra científicamente.

Hamer nos ofrece esta Nueva Medicina. Ha encontrado el cáncer donde no pensábamos que estuviera. Ha encontrado la solución donde no esperábamos que estuviera. Ya no está en el médico sino en uno mismo. Y ahora resulta que una úlcera de estómago provocada por un jefe que es un bandido machacador con los que están debajo de él, con el tiempo podría convertirse nada más ni nada menos que en una enfermedad laboral. Esta Nueva Medicina dice que tenemos que ser coherentes con nosotros mismos, no con el vecino. Es nuestra vivencia personal, nuestra incoherencia la que crea el problema, probablemente porque creamos una escala de valores que no va con nosotros mismos.

Se acabó aquello de que mi niño tiene que ser ingeniero porque yo soy ingeniero. Mi niño tiene que ser lo que sea coherente con él. Cuántos hay que tienen conflictos porque fueron obligados a ser lo que no querían ser o porque han elegido ser lo que no debían ser.

El niño de tres años se cura de leucemia sin quimioterapia. Esperando. Porque en 8 semanas los blastos empiezan a bajar y suben los hematíes. Y mientras tanto hay un solo tratamiento posible en niños o en adultos, si tiene anemia habrá que transfundir hematíes, si tiene bajos los leucocitos habrá que administrarle antibióticos para evitar las infecciones y si tiene bajas las plaquetas habrá que transfundirle plaquetas para evitar las hemorragias. A diferencia de la medicina clásica se deja reproducir las células y no se las mata con quimioterapia.
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