Palabras de Bienvenida

Bien por ti navegante que viste, gritaste: ¡¡tierra a la vista!! y llegaste.
Bienvenido viajero, a este mundo ...mundo de mente ...mundo demente, mundodmente...... Lugar de paso de hombres y mujeres, seres buscadores de rumbos, por los siglos surcando caminos, desvelado tras las sombras realidades. Despertad y oid mortales, ve la luz y renace cada día con la fuerza de la luz vestida de metal, levanta tu cabeza, armate de verdad, fe y amor. He dicho adelante!!! por la libertad!!
Bienvenidos =) Gracias por tu visita.
-Sergio-

¡¡Oye!!
"El conocimiento reside en cabezas repletas con pensamientos de otros hombres.
La Sabiduría, en mentes atentas así mismas…"


sábado, 3 de octubre de 2009

La fragilidad de los vínculos

La progresiva destrucción de los lazos de solidaridad que se impone en la sociedad actual, borra la ilusión de un proyecto común y sume al individuo en un proceso de gran atomización. El excesivo narcisismo lleva a la exacerbada búsqueda de satisfacciones personales Cuando todo el amor recae en nosotros, poco amor queda para ofrecer a los demás.

El neoliberalismo que destruye los lazos de solidaridad, que borra la ilusión de un proyecto común para la sociedad, que desampara a los sujetos, que establece la ley del "sálvese quien pueda"; predispone a las personas a un abandono de las prácticas sociales compartidas y al encierro en un individualismo extremo. La persona retrotrae el interés hacia sí en un proceso de individuación, personalización y atomización. La libido sustraída del entorno socioinstitucional, pasa a revestir un espacio reducido a poco más que el sujeto.

Cuando todo el amor recae en nosotros, poco amor queda para ofrecer a los demás. Todos tenemos en nuestro interior una corriente amorosa que nos permite amar a nuestros semejantes o emplearla, casi con exclusividad, en nosotros mismos, como en el mito de Narciso que nos habla de un amor que se basta y se gasta en el sujeto, sin trascender a los demás.

Cuando este amor por uno mismo es exagerado, hablamos de un trastorno narcisista de la personalidad. Freud decía que este narcisismo parecía acompañar a las mujeres bellas, que no aman pero esperan ser amadas. Como vemos el narcisismo se nos presenta como un obstáculo para amar a los otros.

Otra consecuencia de este excesivo narcisismo la constituye la exacerbación de la búsqueda de satisfacciones personales y una preocupación desmedida por la salud corporal, por conservar la juventud y lograr la belleza. Mantenerse joven y sano, sentir el cuerpo, estar conforme con él, escucharlo en sus manifestaciones y gozarlo, es otra característica posmoderna de una vuelta del interés del sujeto hacia sí mismo; retirada su libido del mundo que lo rodea, ésta retorna al individuo en provecho de su narcisismo.

Este interés, centrado en la persona, despojado del sentido comunitario, es portador de cambios en la estructura de pareja. El sujeto vuelca todo el interés sobre sí; la relación se sostiene a partir de la satisfacción de sus deseos. Es un triunfo del narcisismo a costa del vínculo. "Quiero sentirme bien", "realizarme", "ser yo mismo", "no depender del otro", "tener libertad", "disponer de mi tiempo", "trabajar para mí", "huir de la rutina", "hacer lo que me place", son algunas de las tantas frases en las cuales los individuos expresan sus anhelos.

Es así que si el otro de la pareja no satisface mis deseos, se terminó el amor y a otra historia, pues "quiero que me hagan feliz", "estoy cansado de dar", "no quiero que me traigan problemas". El objetivo es totalmente hedonista. El sujeto de la posmodernidad quiere ser feliz y acceder al placer sin tener el trabajo de pensar en el otro, no busca ni valora a las personas por su bondad intrínseca sino más bien por el placer o displacer que éstas le despiertan: él o ella "me hace feliz", "me agrada su compañía", "la paso bien", "tenemos buen sexo" o "me divierte".

En los tiempos posmodernos aumentan los divorcios, las uniones no legalizadas y los nacimientos fuera del matrimonio sin que ello sea causa de escarnio social. La consideración hacia la familia ha dejado de lado sus antiguas prescripciones obligatorias para dar paso a la realización afectiva del sujeto y a sus derechos de tomar decisiones con libertad, tales como: derecho a la separación en el matrimonio, derecho al concubinato, a la contraconcepción, a la maternidad fuera del matrimonio, o sea, que no existe un derecho contrario a los deseos individuales mientras éstos no perjudiquen a terceros

Si la modernidad instituye el casamiento por amor, "hasta que la muerte nos separe", la posmodernidad estimula su disolución cuando el amor se termina. La experiencia de parejas que fracasan prematuramente ha llevado a otras a extremar las precauciones. Antes de emprender una asociación más comprometida, establecen una nueva forma de relación, los matrimonios "a prueba".

Estas nuevas formas de convivencia marcadas por el triunfo del narcisismo, merecerán el juicio negativo de los espíritus conservadores que verán en ellas la disolución de una institución sagrada como la familia y para otros constituirá un progreso que liberará a los sujetos de antiguas esclavitudes. Sea cual sea el juicio de nuestros contemporáneos, la historia sigue su curso.

Domingo Caratozzolo

miércoles, 30 de septiembre de 2009

El valor de tu silencio y de tus palabras.

HABLAR;

Oportunamente, es acierto.
Frente al enemigo, es civismo.
Ante una injusticia, es valentía.
Para rectificar, es un deber.
Para defender, es compasión.
Ante un dolor, es consolar.
Para ayudar a otros, es caridad.
Con sinceridad, es rectitud.
De sí mismo, es vanidad.
Restituyendo fama, es honradez.
Aclarando chismes, es estupidez.
Disipando falsedades, es de conciencia.
De defectos, es lastimar.
Debiendo callar, es necedad.
Por hablar, es tontería.
De Dios, significa mucho amor.

CALLAR;

Cuando acusan, es heroísmo.
Cuando insultan, es amor.
Las propias penas, es sacrificio.
De sí mismo, es humildad.
Miserias humanas, es caridad.
A tiempo, es prudencia.
En el dolor, es penitencia.
Palabras inútiles, es virtud.
Cuando hieren, es santidad.
Para defender, es nobleza.
Defectos ajenos, es benevolencia.
Debiendo hablar, es cobardía.

Para poder HABLAR, debemos aprender a CALLAR, pero siempre con acierto y tino, porque si HABLAR es plata, CALLAR es oro.



CUANDO CALLAS;

También hablas de ti mismo.
Un secreto, conozco tu fidelidad de amigo.
Tu propio dolor, conozco tu fortaleza.
Ante el dolor ajeno, conozco tu impotencia y tu respeto.
Ante la injusticia, conozco tu miedo y tu complicidad.
Ante lo imposible, conozco tu madurez y dominio.
Ante la estupidez ajena, conozco tu sabiduría.
Ante los fuertes y poderosos, conozco tu temor y cobardía.
Ante lo que ignoras, conozco tu prudencia.
Tus propios méritos, conozco tu humildad y grandeza.

El Silencio es el tiempo donde el sabio medita, la cárcel de la que huye el necio, y el refugio donde se esconden los cobardes. Siembra para ser tú mismo.

Lo que tú haces, habla tan fuerte que no deja escuchar lo que tú dices. Pregona con el ejemplo.

Recuerda que tu vida personal, no es una vida privada. Son muchos los ojos que te miran.
"Que tus palabras sean más valiosas que el silencio que rompen".


Autor Desconocido

sábado, 5 de septiembre de 2009

Diario de una canción

“Esta mañana arrojé el diario contra la pared. No estoy segura de por qué lo hice. Antes pensaba que los periódicos se centraban en las tragedias, pero ahora sé que lo único que les atrae es la violencia, que la muerte sin ella no interesa, por más que sea colectiva y te deje sola, que es la tragedia más grande que hay”. Así comenzaba el diario personal de Eriel, el que durante una década estuvo a la venta en una feria callejera de objetos usados, el que nadie compró al ojear sus primeras páginas y el que hace dos semanas fue adquirido por el Reina Sofía al conocer el contenido de todas las demás.

Cabe puntualizar que las notas no eran registradas con fechas, pero dicho documento adquiere la categoría de diario, y no de libro de apuntes, porque Eriel, cada vez que escribía, señalaba si era un lunes, jueves o sábado; envolviendo una historia lineal en una secuencia circular de días de la semana. Sin embargo, por los datos registrados y las averiguaciones realizadas por la actual institución propietaria, se estima que las vivencias descritas transcurrieron entre 1974 y 1979.

Un viernes en el que Eriel cayó en una de sus recurrentes depresiones, fue socorrida por un débil recuerdo extraído de su infancia, cuando sus padres le aplacaban sus ganas de ser mayor, cantándole:
“Si de verdad quieres crecer y no envejecer
nunca vayas deprisa ni tampoco lento
el secreto es ir a la inversa del tiempo
pero nunca deprisa ni tampoco lento
sólo hay que ir a la velocidad del tiempo
para así comenzar a crecer y no envejecer

El que acelera el paso descubre la nostalgia
el que se queda en el momento se queda
mas el que decide crecer conservando al niño
avanza hacia atrás recuperando su inicio
y los recuerdos que traspasan el ombligo (bis)…”.


Cuando era niña no le prestaba mucha atención a la letra, sólo se dejaba llevar por la melodía que la hacía sentir arropada por un hogar. Recordaba algo más que la voz cálida de sus padres, recordaba cada uno de los instrumentos que armonizaban la letra; y, envuelta en esas sensaciones, comenzó a sentirse bien, verdaderamente bien. Era como si el recuerdo pasara a ser un presente que la introducía en un espacio donde la tristeza y la rabia estaban prohibidas. No obstante, el hambre y luego el sueño la sacaron de su burbuja, pero la sonrisa se quedó en su rostro.

A la mañana siguiente, Eriel se despertó con la firme idea de conseguir esa canción –cruzada que marcó el interés del museo por el diario–. Recorrió todas las discográficas de su ciudad sin éxito, y tampoco lo tuvo al preguntarle a sus amigos y conocidos. A raíz de eso, dejó su trabajo, cogió una mochila y recorrió todos los países hispanohablantes durante unos cuatro años.

Debido al desconocimiento de los entendidos, y no entendidos, decidió preguntarle a cualquier desconocido si le sonaba esa canción (Eriel estaba segura de que no era una canción inventada por sus padres, porque recordaba con claridad la música, y ellos no sabían tocar ningún instrumento ni mucho menos componer). Así que Eriel ingenió muchas formas para llegar a la gente y otras tantas para conseguir financiación, que fueron narradas hasta la penúltima página del diario. Coordinó una serie de obras con el Teatro de los Andes para adentrarse en decenas de comunidades recónditas, convenció a Alberto Spinetta y a Mercedes Sosa para realizar actuaciones en varias ciudades y pueblos de Argentina… y montó un centenar de acciones con actores callejeros y músicos de 18 países. Pero ninguna persona le dio lo que buscaba.

Al terminar su diario, en el lunes final, Eriel escribió: “Convencida de que yo era quien le había puesto instrumentos a esa canción familiar, decidí irme a cualquier parte. Estiré la mano y un autobús amarillo se detuvo. Había un asiento vacío junto a la ventana, al lado de un niño que llevaba un mandil con el nombre Gonzalo bordado en el pecho. El bus comenzó a moverse mientras yo no podía retener las lágrimas de impotencia, de fracaso. Traté de animarme para no llamar la atención y por manía comencé a tararear la melodía de mi canción. Y ese niño, Gonzalo, comenzó a cantar, y le siguió un joven canoso, y después un hombre muy arrugado que estaba delante, y siguieron todos los demás, hasta el chofer. Era hermoso escucharlos…
El que acelera el paso descubre la nostalgia
el que se queda en el momento se queda
mas el que decide crecer conservando al niño
avanza hacia atrás recuperando su inicio
y los recuerdos que traspasan el ombligo

Si de verdad quieres crecer y no envejecer
recuerda que el juego es el principio de todo
y recuerda que ser parte es el único modo
pero es necesario que recuerdes ante todo
que sin arrugas nunca encontrarás el modo
de retomar las huellas para no envejecer…

Y mientras los escuchaba, me di cuenta de que el bus avanzaba marcha atrás”.

Autor: Rafael R. Valcárcel

domingo, 30 de agosto de 2009

Destruccion del futuro (Quino)

jueves, 20 de agosto de 2009

Tirando Piedras al Rio (Miguel Abuelo)



Porque somos instantes en el mundo.
Porque somos amantes en el cielo.
Porque a la distancia nena estas tan aquí.
Porque amarte, amarte es eternidad.
Porque todas las cosas traen alguna música.

En la era de acuario, Tirando piedras al río.
Con una flor en la boca. Con una flor en la boca.
En el jardín con amigos.

Momento en que lo realizado
me eleva y me junta en las alturas.
Sagrado, sagrado, sagrado.
Sagrada, sagrado, sagrado, sagrado...
Cuando donde soy conciente de mi debilidad.
Sagrado, sagrado, sagrado, sagrado.
Oh pibe, Oh pibe, Oh pibe, pibe, pibe, pibe...
Sagrada, sagrado, sagrado, sagrado...
Sagrado, sagrado, sagrado, sagrado.


No todas son rosas en el campo del rey.
No todas las rosas del campo, son del rey.
No todos los reyes, saben mucho sobre rosas.
No todas las rosas quieren saber de algún rey.

lunes, 17 de agosto de 2009

El sabio y el Rey

Un día en un lugar lejano, un Rey soñó que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó llamar con urgencia a un Sabio para que interpretase su sueño.

- ¡Qué desgracia mi señor! - exclamó el Sabio - Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de vuestra majestad. - ¡Qué insolencia! - gritó el Rey enfurecido - ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí! Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.

Más tarde ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que había soñado. Este, después de escuchar al Rey con atención, le dijo: -¡Excelso señor! Gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que sobrevivirás a todos vuestros parientes.

Al instante, el semblante del Rey se iluminó con una gran sonrisa y de inmediato ordenó que le dieran cien monedas de oro. Cuando éste salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:

- ¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el primer Sabio. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro. Recuerda bien amigo mío - respondió el segundo Sabio - que todo depende de la forma de decir... uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse-

De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. Que la verdad debe ser dicha en cualquier situación, de esto no cabe duda, más la forma con que debe ser comunicada es lo que provoca en algunos casos, grandes problemas

La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura, ciertamente será aceptada con agrado -. Al terminar de decir esto, el Sabio se retiro del lugar.

Mejoremos cada día, una forma de iniciar es con nuestra forma de expresarnos y comunicarnos. Seamos siempre felices y facilitemos la vida a los demás.

domingo, 16 de agosto de 2009

Dos Lobos

Un viejo cacique de una Tribu estaba teniendo una Charla con sus nietos acerca de la vida.

El les dijo:

- Una gran pelea esta ocurriendo dentro de mi… es entre dos lobos.

Uno de los lobos es la maldad, el temor, la ira, la envidia, el dolor, la arrogancia, la avaricia, la culpa, el resentimiento, la inferioridad y la superioridad.

El otro, es la bondad, la alegría, la paz, el amor, la esperanza, la serenidad, la humildad, la dulzura, la generosidad y la benevolencia, la amistad, la empatía, la verdad, la compresión y la fe.

Esta misma pelea esta ocurriendo dentro de ustedes, y dentro de todos los seres de la Tierra.

Los niños pensaron por unos instantes y uno de ellos pregunto a su abuelo:

- ¿Y cual de los lobos crees que ganara?

El viejo cacique respondió simplemente...

...“El que alimentes”
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